Resumo de Capítulo 1335 Te estuve esperando por tres horas – Uma virada em Amor Adictivo de CEO de Internet
Capítulo 1335 Te estuve esperando por tres horas mergulha o leitor em uma jornada emocional dentro do universo de Amor Adictivo de CEO, escrito por Internet. Com traços marcantes da literatura Romance, este capítulo oferece um equilíbrio entre sentimento, tensão e revelações. Ideal para quem busca profundidade narrativa e conexões humanas reais.
Esta habitación era la misma habitación en la que se había quedado ese año.
Ella y Zachary acordaron dormir en habitaciones separadas en ese entonces, así que desde ese momento ella se quedó en esta habitación. Hace más de cuatro años, Lorraine la había forzado a divorciarse de Zachary. A partir de ese momento, no había regresado a esta habitación.
Sin embargo, podía recordar exactamente cómo se veía.
Nunca imaginaría que, a pesar de que habían pasado cuatro años, esta habitación se vería exactamente igual como la había dejado. Era como si el tiempo se hubiera detenido en esta habitación.
En ese momento, Charlotte no pudo evitar recordar que Zachary había seguido visitando su estudio de arte durante los últimos cuatro años. Él creía que su espíritu todavía estaba en algún lugar de ese estudio…
'¡Zachary! Mantuvo esta habitación exactamente como la dejé… ¡Debe haber sido su forma de rendirme homenaje!'.
Charlotte se quedó afuera de la puerta del dormitorio durante mucho tiempo antes de entrar.
Ella se acostó en la cama que una vez le perteneció, pero se dio cuenta de que no podía conciliar el sueño en absoluto.
Por alguna razón, su corazón estaba acelerado. Ya era medianoche, pero no tenía sueño.
Se levantó de la cama y salió de la habitación en pijama. Luego pasó por delante de la gran sala y salió por la gran puerta del segundo piso.
Las luces de la sala del primer piso estaban apagadas. Solo había una lámpara en el pasillo que iluminaba el área hermosamente, como un sueño, la escalera de caracol de mármol blanco de tres pisos.
Charlotte se deslizó en silencio hasta el tercer piso.
¡Clac!
Ella encendió las luces, iluminando el gran salón del tercer piso.
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