Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 156

“¡No te preocupes por mí, Zenios!”.

“¡Huye, Zenios!”.

“¡Zenios! ¡No mueras!”.

“Zenios… ¡Zenios!”.

Charlotte lloró y se despertó sobresaltada en la cama. Cuando abrió los ojos, se encontró de inmediato con una profunda mirada sombría.

'¡Es Zachary!'.

Él estaba sentado junto a su cama, cuidándola.

El aura fría y noble del hombre era como una gran masa de agua dentro de un glaciar. La calmó en un instante.

Ella estabilizó sus emociones, pero su voz temblaba. “¿Dónde está Zenios? ¿Está bien?”.

Zenios no solo había sido atropellado por una moto para poder salvarla, sino que también tuvo que luchar desarmado contra un hombre que empuñaba un cuchillo. Al final, había caído en un charco de sangre. El rostro de él estaba extremadamente pálido y sus ojos estaban sin vida cuando colapsó. ¿Había sobrevivido?

Charlotte comenzó a sudar frío de miedo al pensar en esto.

“Zenios sufrió heridas graves. Por suerte, está bien. Estará como nuevo después de un poco de descanso y recuperación”. Un indicio de tristeza apareció en los ojos oscuros de Zachary.

Zenios estaba dispuesto a sacrificar su vida para salvar a Charlotte.

Charlotte sería considerada despiadada si no mostraba ninguna preocupación por él.

Zachary también estaba preocupado por Zenios y se alegró cuando supo que Zenios estaba bien.

Sin embargo, cuando Charlotte se despertó, ella pareció ignorar por completo su existencia y estaba completamente concentrada en Zenios. El pecho de Zachary se apretó involuntariamente.

“Entonces, ¿dónde está Zenios?”.

Charlotte se relajó al descubrir que Zenios estaba bien. Su mirada ya no estaba llena de pánico. En cambio, estaba llena de anticipación por verlo.

Como era de esperar, los dientes blancos y los labios delgados de Zachary respondieron con voz profunda: “Dame… agua tibia”.

En la Unidad de Cuidados Intensivos, en la Habitación 303…

Zenios había estado dando vueltas por la sala cuando escuchó que alguien tocaba la puerta.

“¿Quién es?”, preguntó una enfermera.

“Estoy aquí para ver a Zenios. ¡Por favor, abra la puerta!”.

Los ojos de Zenios se iluminaron al principio cuando escuchó la voz de Charlotte. Él luego corrió de regreso a la cama y se desordeno el cabello al mismo tiempo.

La enfermera lo miró sorprendida. “Señor Connor, ¿qué estás haciendo? ¿Reconoces su voz? Debería...”.

“¡Abre la puerta!”, la interrumpió Zenios con frialdad.