Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 167

"¡Zachary!".

Al darse cuenta de que Zachary no estaba respondiendo a la llamada de Lucas, Charlotte abrió la puerta de una patada y corrió hacia el río presa del pánico.

“Zachary, cálmate. Es solo un juego. Ganar o perder no importa, no tienes que...".

El rugido del coche de Zachary la interrumpió.

Vio cómo el coche de Zachary se precipitaba hacia el río. El corazón de Charlotte dio un vuelco.

¡Plash!

Escuchó un fuerte ruido desde abajo cuando el coche se sumergió en el agua.

Charlotte no estaba segura de lo que pasó.

Desde un punto de vista profesional, las posibilidades de que Zachary sufriera un accidente eran del 99.9%.

Por esto, ella tenía demasiado miedo para mirar. Estaba de pie en el centro de la calle, atónita e inmóvil como un maniquí. La idea de la triste situación de Zachary le provocó una oleada de agonía en su propio ser.

“¡Puede hacerlo, Segundo Amo! ¡Dos pulgares arriba para usted, Segundo Amo! ¡Lo adoro, Segundo Amo!".

El vitoréo de Lucas resonó desde la orilla del río.

Solo entonces Charlotte logró reunir su valor y caminar más cerca. Observó cómo el coche de Zachary atravesaba las columnas de piedra como si estuviera pisando el agua y avanzaba con paso firme hacia el túnel. Charlotte exhaló un suspiro de alivio.

Ella sintió algo frío y húmedo en el dorso de su mano.

Bajó la cabeza y se dio cuenta de que había estado llorando.

Los encantadores ojos azules de Zenios reflejaban la sonrisa de satisfacción en su rostro cuando vio la puerta del ayuntamiento frente a él. Había dejado el coche de Zachary atrás hacía mucho tiempo. ¡Había ganado!

¿Su premio? ¡Envejecer con Charlotte, pasar el resto de su vida con ella!

Sin embargo, en ese momento, el Rolls-Royce negro de Zachary emergió repentinamente del túnel incompleto más adelante, como si lo hubieran teletransportado, y atravesó las puertas del ayuntamiento... ¡justo antes que Zenios!

Zachary, quien se había quitado las ataduras de su brazo, puso su gran mano sobre el hombro de Zenios.

"Sé que estás sufriendo, pero ya que perdiste, esta apuesta se ha convertido en tu último adiós para Charlotte. Puedes interactuar con ella en circunstancias normales como su sobrino, pero si alguna vez te pasas de la raya, habrá consecuencias".

Los delgados labios de Zenios intentaron hablar, pero no pudieron sacar ni una palabra.

‘¡Tío segundo!’.

Zenios lo amaba tanto como a sus propios padres. Sin embargo, por primera vez, lo estaba amenazando con una mirada fría en sus ojos, como si fuera un extraño, ¡todo debido a Charlotte!

Zenios finalmente encontró su voz cuando Zachary se dio la vuelta en silencio.

"No lo entiendo, tío segundo. No amas a Carlie. Entonces, ¿por qué insistes en quedarte con ella? ¡Estás siendo egoísta!".

"Yo tampoco lo entiendo...". Zachary miró al vacío. La mirada fría en sus pupilas se llenó de fría convicción.

“Era muy consciente de la posibilidad de tener un accidente cuando conducía el coche por el camino bajo el río, pero lo hice de todos modos para ganar. Zenios, eres un hombre perfectamente sagaz. Dime, ¿por qué arriesgaría mi vida para conquistarla si no la amo?".