Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 166

"Me gustaría disculparme, tío segundo. No pensé que cumplirías con tu promesa, y también te grité. Supongo que te malinterpretado. Solo estabas bromeando conmigo".

Zenios estiró su mano derecha por la ventana y saludó a Zachary.

Las carreras de coches eran una forma de arte, una en la que un solo y pequeño error podía tener graves consecuencias. El brazo derecho de Zenios pódia estar lesionado, pero eso no afectaba sus habilidades de conducción. Zachary ya tenía atado el brazo derecho. Independientemente de cuánta habilidad tuviera, estaba destinado a perder.

Zachary permaneció inexpresivo. Solo sus ojos fríos y oscuros se entrecerraron intimidantemente.

Los coches superdeportivos de lujo en blanco y negro salieron volando de la línea de salida una vez que Lucas gritó: "¡Arranquen!".

Lucas llevó en su coche a Charlotte mientras los seguían de cerca desde atrás.

“Sea honesta, señorita, ¿quién quiere que gane?", preguntó Lucas con una sonrisa.

Charlotte curvó sus labios, pero no respondió.

¡No importaba a quién apoyara!

Ella conocía bien este tipo de carreras, así que una vez que Zachary se ofreció a conducir con un brazo, sabía cómo terminaría.

¡Zachary no se arrepintió!

¡Simplemente iba a jugar con su sobrino con las de perder antes de divorciarse de ella!

Como era de esperarse, una vez que los coches salieron del hospital, Zenios dejó atrás a Zachary, y se fue alejando cada vez más.

Sin embargo, Zenios no se detuvo. En cambio, puso toda su energía en mantener su velocidad más rápida y continuó conduciendo hacia adelante.

‘¡No voy a reducir la velocidad! ¡La apuesta en esta carrera es la mujer que amo! ¡Yo debo ganar!’.

Charlotte sonrió cínicamente cuando vio esto.

"Dadas las circunstancias, de seguro el Segundo Amo tendría las de perder, señorita... Pero créame, el Segundo Amo saldrá victorioso al final, sin duda alguna".

Charlotte negó con la cabeza cuando escuchó lo que dijo Lucas.

Lucas estaba lleno de confianza. “No es que crea que él pueda ganar con sus divinas habilidades de conducción con una sola mano cuando Zenios está usando sus dos manos. Solo sé que el Segundo Amo nunca haría una apuesta con Zenios si no estuviera 100% seguro de salir victorioso".

El hombre mantenía su mano firmemente en el volante. Sus pupilas miraban con frialdad y sin pestañear al río.

Él sabía lo peligroso que era esto. Sus posibilidades de éxito eran extremadamente escasas, incluso si tenía ambas manos en el volante.

Una mano era equivalente al suicidio, ¡pero tenía que arriesgarse!

Tres días atrás, cuando había prometido darle su bendición a Charlotte y a Zenios, había tenido la impresión de que él, un hombre frío y de corazón duro, no se arrepentiría de esto porque ya había decidido dejarla ir.

Sin embargo, durante los últimos tres días, el rostro de Charlotte había seguido filtrándose en sus pensamientos, sin importar lo que hiciera.

Cada vez que pensaba en divorciarse de ella o que ella se convertiría en la esposa de otra persona, su corazón estaba en agonía, como si una aguja lo atravesara.

Por lo tanto, después de tres días, Zachary se dio cuenta de repente: si renunciaba a Charlotte, estaría viviendo el resto de su vida arrepentido y en agonía...

Por lo tanto, ¡tenía que ganar!

¡Y esta era su única oportunidad!