Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 190

Incluso ahora, Tiffany estaba tan consumida por el dolor que apenas podía hablar.

Bryson palmeó la espalda de Tiffany para consolarla. Sus ojos se llenaron de decepción cuando vio a Charlotte alejarse.

Mientras lloraba, una sonrisa victoriosa apareció en el rostro de Tiffany, malvada y encantadora al mismo tiempo.

'¡Charlotte Simmons! Oh… ¿Por qué eres tan estúpida? Una vez sacrificaste tu virginidad a un completo extraño por tu amor por Bryson. ¡Ahora, acabas de renunciar a una gran oportunidad de venganza solo para salvar a Zachary Connor!'.

Después de todo, Charlotte era la esposa legal de Zachary. Si él moría, ella sería la primera en la lista en recibir su herencia. ¡Se convertiría en la mujer más rica de Rothesay después de su muerte!

'Si yo fuera Charlotte, vería a Zachary morir a manos del veneno y luego lanzaría el vídeo en internet. De esa manera, tendría tanto dinero como venganza… Pero Charlotte perdió su oportunidad, y será extremadamente difícil para ella conseguir otra'.

Tiffany estaba acostumbrada a un estilo de vida excesivamente indulgente. Ciertamente no se iba a portar bien después de un susto absurdo. Sin embargo, tendría más cuidado de ahora en adelante y ciertamente no dejaría que Charlotte la atrapara.

'Además, mi poderoso benefactor ya ha limpiado toda la suciedad de mi pasado. Zachary nunca podrá hacerme nada sin ninguna prueba, por más formidable que sea…'.

…

Charlotte le dio a Zachary el antídoto.

Veinticinco minutos después, Zachary se despertó.

La mente de Charlotte había estado en un estado extremadamente tenso antes de que recuperara la conciencia. Finalmente dejó escapar un largo suspiro de alivio cuando él abrió sus ojos.

“¡Señor! ¡Finalmente estás despierto! ¿Sabes lo que sucedió? Pensé que no ibas a sobrevivir, señor, así que estaba planeando organizar un funeral trascendental para ti”.

Los ojos de Lucas brillaron de emoción.

“¿Es cierto?”.

Charlotte realmente quería decir que sí, pero cuando miró a Zachary a los ojos, todo su cuerpo se puso tenso por los nervios, así que simplemente asintió con rigidez.

Zachary estaba muy débil debido a la pérdida de sangre y todavía estaba recuperándose del veneno.

El contorno de su rostro podía estar tallado a la perfección, pero se veía demacrado y pálido. Sin embargo, sus ojos seguían siendo tan fríos y abstrusos como los témpanos de hielo que contenía la Antártida. Todavía se comportaba con el aire noble de un monarca soberano, un hombre tan intimidante que se ahogaba.

“¿Por qué?”.

La voz aristocrática y alta del hombre rozó el oído de Charlotte como el viento de las montañas nevadas.