Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 225

Charlotte levantó las cejas y dijo: ”Primero levántate del suelo y te lo diré”.

Fue entonces cuando Zenios tomó la mano de Charlotte y se puso de pie lentamente.

Un segundo después escuchó a Charlotte decir: “Me tienes que ayudar a seducir a Tiffany”.

Él estaba tan sorprendido que sus piernas se aflojaron y estuvo a punto de caer al suelo nuevamente.

Después de que la conmoción inicial se desvaneció, solo quedó decepción en sus ojos azules, que se parecían al mar.

“Carlie, entiendo que no quieres que me revuelva en la tristeza y estás usando esta forma para hacerme sentir mejor, pero no sirve de nada. Nunca entenderás cómo me siento en este momento, y nada en este mundo puede aliviar la tristeza en mi corazón”.

“No estoy bromeando. Lo digo en serio. No hace mucho, descubrí por casualidad que Tiffany encontró a otro hombre, lo hacía fingir ser tú… Ja…”.

El rostro de Charlotte se puso rojo de la vergüenza cuando la escena íntima de Tiffany y el Zenios falso apareció en su cabeza.

“Bueno, dejaré el resto a tu imaginación. En cualquier caso, le gustas mucho a Tiffany y ciertamente morderá el anzuelo si la seduces”.

Zenios tenía ganas de llorar, pero no salieron lágrimas.

“Espera un minuto. ¿Quieres que me acueste con Tiffany para poder usar eso para chantajearla? ¡Carlie! ¡¿Cómo puedes hacerme eso?!”.

“¡Nop! ¡Nop!”. Charlotte le sacó la lengua y le dio unas palmaditas en el hombro a Zenios con la mano derecha de manera alentadora.

“Verás, Zenios, eres un hombre. He oído hablar de un hombre obligando a una mujer a hacer ese tipo de cosas, pero nunca he oído hablar de lo contrario. Si mantienes la distancia, estoy segura de que no habrá nada que Tiffany pueda hacerte”.

Las cejas espesas de Zenios se fruncieron con fuerza.

No es que no quisiera serle fiel a Bryson. Era solo que la vida decadente y caótica en Burasia le había cambiado por completo su forma de pensar.

“¡Ha llegado tu hora! ¿Sigues durmiendo?”. Sonó una voz profunda, que devolvió a Tiffany a la realidad.

“¡¿Quién es?!”. Tiffany se levantó de la cama como un resorte y miró en pánico a la alta figura de pie junto al alféizar de la ventana.

“¿Quién eres tú? ¡¿Cómo entraste en mi casa?!”.

Después de que Charlotte y Zachary irrumpieran en su casa hace varios días, ella había contratado a seis guardias para que patrullaran su propiedad las veinticuatro horas del día. También había instalado un sistema de seguridad en su hogar para que nadie pudiera entrar a su habitación sin su permiso, incluyendo a Bryson.

'¿Cómo entró este hombre aquí?'.

El hombre estaba de pie en las sombras. Su rostro estaba velado por la oscuridad, y la voz que salía entre sus labios delgados era fría y sombría.