Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 226

"Los matones inútiles que contrataste han sido drogados. Están todos inconscientes en el cuarto de seguridad. Tu casa ahora es como un parque público. Cualquiera puede ir y venir cuando quiera, incluyendo Zachary Connor, que está ansioso por quitarte la vida".

"¡Argh!". Tiffany gritó.

“Zachary... Me ha puesto en lista negra. Ya consiguió lo que quería. Mi deuda con él ha sido pagada. ¿Por qué está tratando de matarme?".

"¿No se supone que eres inteligente? ¿Cuándo te volviste tan estúpida? Has hecho tanto para lastimar a Charlotte Simmons. ¿De verdad crees que Zachary te perdonaría?”.

Los ojos del hombre eran tan afilados como cuchillos, emitiendo una luz fría y peligrosa en la oscuridad.

Tiffany se estremeció.

"¿Quién eres tú? ¿Cómo sabes tanto?".

El hombre sonrió. "¿No es obvio? Soy tu patrocinador misterioso".

Tiffany quedó sin aliento. "¡Así que eres tú! Tú... finalmente estás dispuesto a verme... ¿podrías dar un paso hacia la luz? Quiero ver tu cara".

"No eres digna".

La voz sombría del hombre sonaba como si se hubiera levantado de las profundidades del infierno.

“Recuerda que conservé pruebas de tu pasado cuando borré todo rastro de él. Cuando Zachary te interrogue, no puedes revelar nada sobre mí. De lo contrario, publicaré esa evidencia".

Los labios de Tiffany temblaron.

Se escuchó un chirrido.

Se abrió la ventana y el hombre saltó por ella, fuerte y rápido como un guepardo, y desapareció sin dejar rastro.

Antes de que Tiffany pudiera volver a sus sentidos, escuchó pasos fuera de su puerta. Entonces, la puerta se abrió de golpe, revelando un rostro perfecto, cautivador, pero frío ante sus propios ojos...

Tiffany tenía demasiado miedo de intentar hablar con él.

"Quiero vivir...", respondió con una voz temblorosa.

“Hace once meses, ¿quién te dio la orden de engañarnos a Charlotte y a mí? ¿Dónde está su bebé? Responde mis preguntas con sinceridad y te perdonaré la vida".

El hombre, que parecía tan cincelado como una escultura, pronunció cada palabra a través de sus labios delgados de una manera asombrosa.

Tiffany comprendió de inmediato que Zachary ahora sabía la verdad.

Su aura intimidaba a Tiffany hasta el punto de estar tan asustada, que casi dejó de respirar. Ella no se atrevería a ocultarle nada.

“C-cálmese, Señor Connor. Se lo diré. Le diré... ¡le diré todo!".