Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 243

La noche se había hecho tarde.

Había un crucero en el mar. Era lujoso y desprendía una luz deslumbrante.

El crucero era un regalo de cumpleaños que Zachary había preparado para su madre, y su fiesta de cumpleaños se estaba llevando a cabo en este crucero esa noche.

El primer nivel de la cabina estaba lleno de luz. Todos los que asistieron a la fiesta eran personas ricas o importantes. Algunos de ellos eran celebridades famosas, e incluso había supermodelos en asistencia cuidadosamente seleccionados por la madre de Zachary.

La mesa de comedor blanca en el centro de la cabina era excepcionalmente llamativa.

Annalita estaba sentada a la mesa, y aquellos que estaban calificados para cenar en la misma mesa con ella eran solo sus parientes cercanos.

Aunque Charlotte había experimentado muchas cosas, aun así, estaba estupefacta por la extravagancia de la cabina cuando llegaron.

“Dame tu mano”. La voz de Zachary sonó desde su lado izquierdo.

Ella no sabía lo que estaba tramando, pero aun así hizo lo que le dijo y mecánicamente le dio la mano derecha.

Las cejas gruesas y bien formadas de Zachary se movieron un poco cuando dijo de nuevo: “La otra…”.

“¡Oh! ¡Qué tonta!”.

Charlotte rápidamente le dio su mano izquierda.

En el momento siguiente, Zachary tomó su mano izquierda y la colocó en su brazo. “Quédate quieta y sígueme el ritmo. Haz tu mejor esfuerzo para actuar con normalidad”.

Fue entonces cuando Charlotte supo lo que estaba haciendo Zachary.

En los días normales, ella siempre hacía todo lo posible por evitar cualquier contacto físico con Zachary. Incluso en determinadas circunstancias en las que no tenía más remedio que quedarse con él, se mantendría a una distancia segura de él. Por lo tanto, ella nunca lo había tomado del brazo y caminado con él como una pareja normal.

Zachary estaba actuando por ella en ese momento.

Ella asintió sin pensarlo y respondió: “De acuerdo”.

Cuando Annalita vio a Zachary y a Charlotte, su sonrisa se congeló en su rostro. Las otras personas dejaron de hablar parecían como si un hechizo los hubiera azotado.

Zachary se paró frente a Annalita y dijo: “Mamá, déjame presentarte a mi esposa, Carlie”.

Annalita mantuvo la cara seria. No respondió ni levantó los ojos para mirar a Charlotte.

Zachary se volteó hacia Charlotte y dijo: “Carlie, esta es mi madre”.

“Bien…”.

Charlotte respiró en silencio para calmarse antes de caminar hacia Annalita. Forzó una gran sonrisa en su rostro, colocó el regalo junto a la mano de Annalita y saludó: “Señora, este es el regalo que le preparé y… ¡Feliz cumpleaños!”.

Annalita no miró el regalo ni miró a Charlotte. Ella dijo con voz impasible: “Bueno, aunque no te invité, como ya que estás aquí, toma asiento”.

'¿¡Eh!?'.