Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 268

’¿¡Por qué hay tanta gente divertida alrededor de un hombre tan frío e indiferente!?’.

El Doctor Stewart continuó solemnemente. “Además, debes recordar aplicar el ungüento una vez al día durante una semana. Y después de esta semana, debes aplicarlo cada tres días hasta que el Segundo Amo se recupere".

Charlotte casi escupió sangre ante la sorpresa de escuchar esa instrucción.

“Señora, lo que dije es muy importante. ¿Lo has anotado?”.

Charlotte respondió con sus mejillas sonrojadas: “¡Sí, sí, ya lo sé! ¡Ya puede irse!".

El Doctor Stewart asintió y luego se fue para tranquilizarlo.

Charlotte exhaló un suspiro de alivio cuando escuchó una voz clara y suave que venía de la escalera exterior.

"Doctor Stewart, ¿cómo está Zachary?”.

“¡Ah! Señorita Larson, ¡qué sorpresa! El Segundo Amo fue azotado muy severamente, pero la Señora Conn... Je, la Señora Simmons y yo ya le hemos aplicado el ungüento, así que estará bien". La voz del Doctor Stewar sonaba muy respetuosa.

La voz clara y suave dijo débilmente: "Entiendo".

Sus pasos ligeros se acercaban y, unos segundos después, Charlotte vio a Lorraine entrar en la sala.

Al ver a Charlotte, Lorraine sonrió dulcemente. "Hermana Carlie, nos volvemos a encontrar".

La boca de Charlotte se torció, pero ni siquiera pudo decir algo educado.

Lorraine era la mujer más hermosa que Charlotte había visto en este mundo. Sus sonrisas eran más hermosas que las de ella y no había ninguna sensación de incomodidad. Hacían que la gente se sintiera muy cómoda.

Sin embargo, ¿los celos innatos de una mujer parecían estar haciendo de las suyas?

Cada vez que Charlotte veía a Lorraine, una mujer que se veía tan bella como un hada, surgía una pequeña incomodidad en su corazón.

“Zachary…”.

“Je je, mírame. Siempre me olvido de la realidad y siempre pienso que seguimos siendo lo que solíamos ser antes de todo esto, cada vez que me acerco a ti. Sí, ahora soy tu tía. Como tu tía, no hay nada de malo en que venga a visitarte, ¿verdad? No es necesario que seas tan frío, ¿cierto?”.

Los ojos de Zachary eran fríos. "Puedes irte ahora que me has visto".

"Zachary...". Lorraine comenzó a hablar de nuevo.

Zachary siempre había sido indiferente con Lorraine, pero ella pensaba que Zachary todavía amaba profundamente a Lorraine, así que verlos a ambos en el mismo dormitorio le pareció extremadamente desagradable a Charlotte. Por lo tanto, se levantó y bajó las escaleras.

Después de permanecer en el piso de abajo durante casi media hora, Charlotte tenía tanto sueño que volvió a su dormitorio para dormir.

Abrió la puerta del dormitorio y vio a Lorraine acuclillada junto a su cama, ¡buscando nerviosamente algo en su mesita de noche!

Charlotte perdió la cabeza al instante. "¿¡Qué estás haciendo!?".