Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 322

Poco después, Zachary llegó a la sala. Su mirada se posó sobre Charlotte de inmediato.

Charlotte, que lo había estado mirando fijamente, no pudo evitar a tiempo. Se miraron a los ojos y sintió como si una corriente eléctrica la hubiera atravesado. Ella se sonrojó.

“Jeje, solo quería decirte… adoro estos brazaletes. Gracias".

"De nada".

El rostro cincelado de Zachary no mostraba emociones, pero sus pupilas heladas mostraban un matiz de calor como lava, inundando su mirada.

Ya había tenido la intención de darle un regalo a Charlotte hace mucho tiempo. Sin embargo, no solo no estaba seguro de lo que le gustaba a ella, sino que también estaba preocupado por su naturaleza obstinada y que pudiera rechazar su regalo. Sería muy humillante para él si fallara al tratar de ser atento con ella.

Zachary nunca imaginó que él, que siempre fue perfecto y soberbio, se volvería tan inútil.

De hecho, sintió como si su corazón fuera consumido por una dulzura, como si hubiera comido un bocado de miel, solo porque Charlotte había aceptado su regalo...

Al día siguiente, Charlotte fue a su estudio de arte a primera hora de la mañana.

Llamó a su padre alrededor del mediodía, se enteró de que no estaba ocupado y fue a almorzar con él en la Corporación Simmons.

Para no arruinar el apetito de su padre, Charlotte esperó a que terminara de comer antes de sacar la tarjeta de su bolsillo. "Kourtney me pidió que te la devolviera".

“¡Carlie! Te lo he dicho muchas veces, tienes que respetar a tu madre. Repite después de mí, Koko es tu mamá, tu mamá, tu mamá...".

De repente, Walter se dio cuenta de que algo no andaba bien.

"Ah, ¿por qué Koko está devolviendo mi tarjeta de débito?".

Charlotte frunció los labios con desdén. "¿Quién sabe qué tiene en la cabeza? Tal vez está tratando de decirte que se ha vuelto millonaria desde que la echaste de la casa, así que está usando ese dinero para darte una bofetada".

"Tú…".

"Recuerda Carlie, soy el único hombre en el mundo que realmente ama a tu madre. Todos esos otros hombres solo la aman por su cuerpo. Ninguno de ellos está sinceramente enamorado de ella. Ella solo está siendo terca. Regresará una vez que entre en razón. Siempre tendremos la puerta abierta para ella en nuestra familia".

Charlotte quería llorar, pero las lágrimas no brotaban.

‘Kourtney no es la terca aquí. ¡Eres tú, papá! Pero, ¿cuándo será que él entenderá?’.

Charlotte acompañó a su padre a salir del restaurante. Lo acaba de dejar en su coche cuando un Maybach rojo se detuvo junto a ella.

La puerta del coche se abrió de una patada y la alta y esbelta Miranda apareció con altivez frente a ella.

"¿Sabes qué día es hoy? Es el cumpleaños de Lorraine".

Charlotte resopló: "¿Y qué me importa si es su cumpleaños?".