Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 350

"Entonces, ese es tu plan, ¿no? Las flores que me has dado no son más que un soborno para que deje... deje de hacer drama...".

Los ojos oscuros y sombríos de Zachary brillaron con sorpresa. No esperaba que el estado de ánimo de Charlotte cambiara tan rápidamente como el viento. “Estabas bien hace unos momentos. ¿Qué sucede ahora?".

"Jaj...". Charlotte resopló.

"Estoy perfectamente bien. Me niego a aceptar tu ramo de mentiras. ¡Toma, quédatelo!".

Con fuerza, lo puso de vuelta en los brazos de Zachary y se quitó su brazo de encima con una fuerza que no sabía que tenía. Ella lo empujó, se dio la vuelta y se fue.

‘Jej... ¡Debería haberme dado cuenta antes! Está enamorado de Lorraine. ¡Lo he oído decir esto con mis propios oídos! Él y yo no somos más que una farsa. No me dio esas flores como disculpa o para tratar de estar bien conmigo. ¡Solo lo hizo para silenciar a su esposa en papel y que no haga pública su aventura con Lorraine! ¡Soy tan estúpida! Cuando me dio esas rosas, fui lo suficientemente ingenua como para pensar que representaban su "amor". De hecho, me alegré lo suficiente como para perdonarlo por todo lo que ha hecho... ¡Ay, Charlotte Simmons! ¿No fue Bryson una lección lo suficientemente mala? ¿Por qué tienes esperanzas de este otro b*st*rdo?’.

Cuanto más pensaba en ello, más triste se sentía Charlotte. Sus ojos se llenaron de lágrimas mientras caminaba.

"Detente ahí, Charlotte".

Zachary sostuvo las rosas en su mano izquierda mientras su mano derecha permanecía suspendida en su posición inicial como si todavía tuviera su brazo alrededor de su cintura. Su mirada estaba repleta de decepción, tanta que era asfixiante.

"Hablemos. ¿Qué hice mal ahora?”.

Charlotte no se dio la vuelta, negándose a mostrarle a Zachary sus lágrimas otra vez. Hizo todo lo posible para evitar mostrar cualquier dolor en su voz mientras respondía: "No te preocupes, Zachary. Continuaré esta farsa contigo hasta que decidas terminar conmigo. De ahora en adelante, eres perfectamente libre de hacer lo que quieras con ella. No tienes que preocuparte de que te traicione y no tienes que sobornarme".

Los ojos de Zachary se llenaron de dolor.

Charlotte aceleró el paso y se lanzó a la calle.

En ese momento, ya no quería escuchar esa voz de él, clara, melodiosa pero hipócrita, que agitaba sus emociones. ¡Ya no quería ver su rostro perfecto y hermoso pero engañoso, que era tan encantador como una droga, pero que la atraía constantemente a hacer cosas que no debía!

Quería cruzar este camino y poner más distancia entre ellos.