Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 41

'¿Qué?'.

Charlotte había tocado la puerta nueve veces y casi se rompía el dedo. Ella solo abrió la puerta y entró en la habitación por la falta de respuesta de Zachary.

Charlotte, que había entrado en la habitación, vio a Zachary mirando el relicario esmeralda desconcertado. Ella no quería interrumpirlo, por lo que trató de regresar de puntillas al dormitorio sin hacer ruido, pero fue descubierta antes de que pudiera dar un paso.

Al ver que Zachary se veía bastante molesto, Charlotte no quiso discutir con él, por lo que sonrió. “De acuerdo, error mío. Tocaré la próxima vez. Ya no te molestaré, así que puedes seguir mirando a tu bebé en trance”.

Zachary abrió la boca, pero antes de que tuviera tiempo de hablar, Charlotte ya había salido hacía su dormitorio y cerró la puerta de golpe.

Zachary frunció el ceño con sus perfectas cejas de manera desagradable.

'¡Charlotte Simmons! ¿Es esto una rebelión?'.

…

Charlotte, que había regresado a su dormitorio pacíficamente, exhaló un largo suspiro de alivio.

Si ella no se hubiera escapado de la habitación a tiempo, no sabía lo difícil que él le habría puesto las cosas.

Al pensar en Zachary, ella no pudo evitar pensar en el relicario de esmeralda que él había estado mirando distraídamente y el que ella había tenido una vez…

Hace cuatro años, después de que ella y Bryson hicieron su relación oficial, Bryson le dio un relicario de esmeralda. Las iniciales “O & E” habían sido grabadas a mano por el propio Bryson durante toda una noche.

Bryson había explicado: “O & E son las iniciales de Orfeo y Eurídice. Orfeo me simboliza, mientras que Eurídice te simboliza a ti. Ellos son una de las parejas de amantes más famosas de la mitología griega antigua. Orfeo fue lo suficientemente valiente como para ir al inframundo y llegar a un acuerdo con Hades para salvar a Eurídice, cuando ella murió. Significa que viajaré hasta el fin del mundo y haré cualquier cosa por ti”.

Charlotte claramente recordaba que había llorado como un bebé cuando Bryson la ayudó a ponerse el relicario mientras decía esas palabras.

Desde entonces, ella nunca se había quitado el relicario. Incluso lo usaba al bañarse.

“Quédate conmigo”. Zachary agarró bruscamente la muñeca de Charlotte con su enorme mano cuando ella estaba a punto de irse.

El efecto del alcohol hizo que su palma se calentara mucho, y Charlotte sintió una repentina descarga eléctrica en la muñeca que él tocó, recorriendo su cuerpo y haciéndola temblar.

De repente, una fuerza poderosa la arrastró y cayó en la cama. Zachary luego abrazó a Charlotte antes de que ella pudiera recuperarse del impacto.

Los delgados labios del hombre ya estaban en el puente de la nariz de ella. Sus cálidos alientos golpeaban las mejillas de ella y su brazo izquierdo estaba envuelto alrededor de su cintura.

Ella estaba asustada y todo era caótico. “¡Zachary Connor! Tú… ¡Uhm!”.

Ella ya no podía emitir un sonido, ya que Zachary había sellado sus tiernos labios firmemente con un beso.

Sintió que un trueno le golpeaba la mente y su corazón daba un vuelco. Un hombre que era tan indiferente y precioso como un rey, tenía un encanto al que ninguna mujer podía resistir.