Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 42

Había un fresco y refrescante aroma de menta emanando de él. Era leve pero tan único que no podía ignorarse; era tan adictivo como una droga.

Charlotte tuvo la ilusión de que había caído en un jardín floreciente y olvidó por completo que Zachary la estaba besando…

¡La persona besándola era Zachary!

Después de que sus labios se contrajeron y se separaron de los de ella, Charlotte gradualmente recuperó su racionalidad.

Tan pronto como ella volvió a estar bien, la confusión, la conmoción y el pánico la golpearon a la vez. “Zachary Connor, ¿por qué… me besaste?”.

Zachary seguía abrazándola fuertemente, el calor proveniente de su aliento y su pecho era tan caliente como el fuego abrasador. Cada segundo extra en sus brazos la hacía perder la capacidad de razonar poco a poco.

“Por favor, no me dejes…”. Los delgados y cálidos labios del hombre estaban presionados contra el punto entre las cejas de ella, y todavía susurraba a través de ellos: “Te amo”.

Charlotte se sorprendió al instante. “Tú… ¿Qué acabas de decir?”.

“Te amo”. Él la abrazó con más fuerza en sus poderosos brazos, como si estuviera sosteniendo un tesoro raro que era más importante que su propia vida. Él quería abrazarla por el resto de su vida y nunca dejarla ir.

Este hombre solía ser tan frío como el mismo diablo, pero su gentil voz podría derretir un iceberg en ese momento.

“Lory, por favor, no te vayas”.

“Lory, por favor, quédate conmigo”.

“Te amo, Lory…”.

Resultó que Zachary la había confundido con otra mujer. Inesperadamente, Charlotte sintió un poco de decepción y envidió a esta mujer llamada “Lory”.

'Zachary y yo compartimos el mismo pasado'. El corazón de Charlotte se derritió.

La mano que originalmente estaba alejando a Zachary dejó de hacerlo y se colocó suavemente sobre la delicada piel de su frente. Charlotte lo acarició suavemente y le susurró al oído: “No te preocupes, no me iré. Me quedaré contigo”.

Cuando él escuchó su voz, el fuerte agarre de Zachary se aflojó gradualmente y sus párpados se cerraron una vez más.

El hombre, que siempre había sido frío y dominante cuando estaba despierto, a pesar de que todavía actuaba como un rey cuando dormía, ahora parecía mucho más accesible.

Charlotte lo apartó tentativamente. Al ver que él no reaccionaba al empujón, ella cuidadosamente se soltó de sus brazos y se levantó de la cama a toda prisa.

Ella tenía que salir de allí de inmediato. Si él se enterara de que ella había entrado en su habitación de nuevo e incluso se había metido en su cama, pensaría que era una pervertida de nuevo.