Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 43

Charlotte regresó a su dormitorio, pero su corazón aún seguía latiendo con fuerza. Mientras se miraba en el espejo, sus labios estaban tan carmesí como si estuvieran sangrando, y su boca estaba llena de un regusto levemente dulce y metálico, como si el intenso beso de Zachary aún persistiera en sus labios…

Siempre que Zachary se acercaba a ella, sentía pánico y asombro. Incluso había tenido la ilusión de haber regresado a la noche en que ese extraño la profano hacía diez meses.

Esta vez, ¿fue porque Zachary la confundió con su amada mujer? Su beso había sido tan cariñoso que Charlotte solo sintió calidez.

“¡Puaj!”. Charlotte le dio a su reflejo en el espejo el dedo medio para expresar su desprecio y al mismo tiempo murmuró para consolarse: “Charlotte Simmons, lo estás haciendo bien. No hay nada malo contigo. Ninguna mujer debería poder resistir el encanto de ese tipo”.

…

Mientras Charlotte estaba acostada en la cama y acariciando su vientre, ella pensó en el niño que había dado a luz.

Al bebé se lo llevaron tan pronto como nació. Ella ni siquiera tuvo la oportunidad de mirarlo. Solo sabía que era un niño, y que era lindo y adorable.

Ella había estado viviendo en las mentiras de Bryson en el pasado, pensando que daría a luz al bebé para salvar la vida de Bryson. Ella solo se había enterado de que su bebé no era más que el cordero de sacrificio de Tiffany, después de dar a luz al bebé…

Para poder proteger la integridad de Tiffany, Bryson la había engañado para que se acostara con un extraño.

Charlotte aún quería seguir buscando al niño después de conocer la verdad, pero sabía que la persona que se llevó al niño no había dejado ni una sola pista. Por lo tanto, no fue capaz de localizar al bebé.

Además, era seguro decir que incluso si pudiera encontrar al niño, ella seguiría siendo la esposa de Zachary. Sabía que aunque Zachary no se preocupaba por su pasado, por razones desconocidas, nunca le permitiría llevar al hijo de un extraño a casa para vivir con ellos.

…

“¡Charlotte Simmons!”.

Se sentía agraviada y quería explicarse, pero debido al efecto del aura dominante de Zachary, sintió que podía congelarse en un bloque de hielo en cuestión de minutos, y su lengua parecía haberse anudado. Ella lo miró distraídamente. Sus labios, como rosas, estaban ligeramente abiertos, pero no podía pronunciar una sola palabra… ¡Parecía como si estuviera aceptando las acusaciones de él!

Al ver la mirada de Zachary, que era tan fría como una ventisca volviéndose cada vez más tenue en invierno, Charlotte supo que esto sería todo para ella.

La última vez que sucedió esto fue cuando se metió dormida en la cama de Zachary y casi lo besó. Sin embargo, ella de verdad no tenía idea de cómo Zachary había descubierto las pistas esta vez. Si él pensara erróneamente que ella se había colado en su cama de nuevo, no se atrevería a imaginar cómo terminaría esto para ella.

“Ven aquí”. La voz de Zachary era indiferente pero melodiosa.

El cuerpo de Charlotte estaba tan rígido que se sentía como si estuviera atrapada en un bloque de hielo. ¿Cómo podría moverse?

“Te dije que vinieras aquí”. La voz de Zachary se hizo más profunda, y el leve cambio en su voz la hizo sonar aún más imponente que el grito de batalla de un ejército.