Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 504

Lorraine se derrumbó por completo. Agarrando el cheque, lo rompió en pedazos y los arrojó en la cara de Zachary.

“¡No quiero tu estúpido dinero! No me estás compensando. ¡Me estás insultando!”.

El rostro esculpido de Zachary se endureció en una mirada feroz.

“No seas emocional. Acordamos esto hace un momento”.

“¿Quién? ¡Tú eres el único que pensó que acepté tu humillación solo para que pudiera perdonarla!”. Lorraine chilló, su delicado rostro ahora retorcido por el desprecio.

“Zachary… Bua… Dime… Si mi hermana y yo cambiamos de lugar, si yo fuera quien la golpeara y la hiciera perder a su hijo, ¿le ofrecerías dinero solo para que me perdonara?”.

“No”, respondió Zachary sin perder el ritmo.

Sin esperar que el hombre fuera tan directo, Lorraine, que estaba desconsolada, se sobresaltó como si le hubieran dado un golpe en la cabeza.

Charlotte también estaba sorprendida.

¡Zachary! ¿No le importaba Lorraine más que nadie? Hablando francamente, él debería ser más amable y tener más tacto con sus palabras, incluso si quisiera trazar una línea clara con Lorraine, cuando esta estaba tan angustiada. Sin embargo, Charlotte no pudo ver ni una pizca de los sentimientos de Zachary por Lorraine.

“Entonces, ¿qué harías…?”. Lorraine sollozó mientras hacía su pregunta.

Los ojos de Zachary estaban tan fríos como la nieve. “Te haría pagar. Ojo por ojo”.

“Ja… Por supuesto que me darías cualquier cosa solo por ella, pero no puedes pagar lo que realmente quiero”.

La mirada de Zachary era aguda cuando preguntó: “¿Qué es lo que quieres?”.

“Justicia”, pronunció Lorraine con labios temblorosos mientras mantenía su mirada helada en Charlotte.

“Zachary, buscaré justicia para mí ya que te niegas a dármela. ¡La llevaré a la corte y la meteré en la cárcel por lastimarme intencionalmente!”.

Charlotte sintió que le temblaban los dedos. No fue por lo que Lorraine había dicho, pero su mirada y su tono la hacían parecer un fantasma resentido. Verla le dio escalofríos. Ella no vio la grieta en el rostro perfectamente cincelado de Zachary en ese momento, a pesar de que el hombre generalmente mantenía una cara tan neutral como la de un rey.

Su voz era aguda como una espada. “Vas a ir en mi contra si haces eso”.