Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 57

Zachary tomó el informe y abrió la carpeta.

Charlotte estiró el cuello para mirar también el informe, y la línea de palabras escritas en rojo decía: “Fractura conminuta en la parte inferior de la pierna. Grado de discapacidad: Severo". Las palabras penetraron sus ojos.

Recordó el momento en el que Coraline lanzó a Miranda y se preguntó si ella realmente la había lanzado tan fuerte.

La expresión de Zachary se volvió más sombría a medida que leía el informe. Aunque Charlotte estaba parada a medio metro de él, sabía que él estaba enojado en ese momento.

“El doctor dijo que no podré levantarme de la cama por al menos tres meses. Incluso si me levanto después de tres meses, tendré que estar en una silla de ruedas y pasará al menos un año antes de que pueda volver a caminar. Sin embargo, nunca seré tan flexible como antes". Miranda luego dijo con voz ahogada mientras las lágrimas comenzaban a fluir locamente por su rostro: "Tiff ya te dijo quién es el culpable, Zach, así que tú... tienes que hacer algo por mí".

Zachary se sentó junto a su cama y usó su mano derecha para ayudarla a secarse las lágrimas. En ese momento, sus ojos generalmente sin emociones mostraron signos de calidez y amor cuando preguntó: "¿Qué quieres que le haga entonces?".

Esta fue la primera vez que Charlotte vio esa mirada en los ojos de Zachary. Esta fue también la primera vez que se dio cuenta de que incluso una persona con corazón de piedra como él tendría un punto débil por la persona que le importaba.

“Zach, me tratas de lo mejor. Tú eres quien mejor me trata en el mundo. Incluso dijiste que no permitirías que nadie me lastimara. Si lo hicieran, los harás sufrir de la misma forma 100 veces más…”, dijo Miranda, llenando la habitación con su voz ahogada y resentimiento.

“Zach, esa pequeña p*rra de Coraline me salpicó la cara con vino tinto frente a todos. Me tiró al suelo con fuerza y ​​se fue, ignorando mis heridas. Quiero tirarle 100 vasos de vino tinto encima. ¡Quiero que le rompas las piernas para que no camine durante 100 años, por el resto de su vida, para siempre!".

Charlotte aspiró aire a través de los dientes, con un ansioso suspenso.

Zachary respondió: "Está bien".

Su voz sonaba monótona, pero estaba llena de fuerza, como un rey que había venido al mundo para dar órdenes. Hizo que la sangre de Charlotte se enfriara.