Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 608

“¡Pfff!”.

El guardaespaldas que estaba a la derecha de Tiffany no pudo evitar reírse.

Incluso Jebediah, que estaba observando la escena, curvó la comisura de sus labios perfectamente formados.

Sin embargo, como si hubiera sido herida fatalmente, a Tiffany le tomó mucho tiempo recuperar finalmente su voz.

“Lo lamento mucho. Sé que te he hecho mal, y tienes buenas razones para ser sarcástico. No te culpo, Bryc… ¡No! ¡Bryson! Hoy te daré dos opciones. La primera opción es la misma que te di el otro día. ¿Quieres casarte conmigo?”.

Bryson abrió sus labios delgados, pero estaba tan sorprendido que no pudo decir una sola palabra.

Charlotte también miró a Tiffany aturdida, perdiéndose en sus pensamientos por un tiempo.

La última vez que ellos se colaron en la villa para tomar fotos de Tiffany en secreto, Charlotte ya se había sorprendido tanto que no pudo cerrar la boca cuando Tiffany le suplicó a Bryson que se casara con ella. En ese momento, Bryson le había respondido con firmeza que nunca se casaría con ella, y ella quedó devastada.

¿Nunca aprendía de sus errores?

¡No!

Al ver la anticipación en los ojos de Tiffany, Charlotte de repente se dio cuenta de que no era que Tiffany no aprendiera de sus errores. ¡Era solo que se negaba a dejar ir a Bryson!

¡Ella realmente amaba a Bryson!

Al igual que Lorraine estaba obsesionada con Zachary. Ella sabía que Zachary estaba decidido a terminar con ella por completo, pero se había hundido tanto en su relación que no podía librarse de ella. Por lo tanto, ella solo podía luchar y abrirse camino en su vida a pesar de todo.

“Ya te lo dije el otro día, pero lo repetiré. Con tal de que me aceptes y me dejes ser tu esposa, haré todo lo posible por amarte y compensarte por el resto de mi vida”. Tiffany miró con cariño a Bryson y sus ojos se llenaron de lágrimas.

“Bryson, verás, pronto me convertiré en una celebridad famosa con la ayuda del Señor Valentine. En el futuro, ganaré muchísimo dinero y te prometo que después de que nos casemos, te daré cada centavo que gane”.

Sin embargo, escuchó a Bryson escupir, y una bocanada de saliva cayó sobre su rostro blanco como la nieve al mismo instante.

Su cerebro se quedó en blanco.

Un segundo después, la voz sarcástica de Bryson entró en sus oídos como una maldición. “Mi respuesta es la misma que la última vez, Tiffany Miller. ¡Prefiero casarme con una prostituta que casarme contigo!”.

¿Esta era su respuesta?

¡¿Por qué era la misma respuesta otra vez?!

Tiffany respiró hondo varias veces antes de recuperarse de su aturdimiento. Con el corazón roto, no se molestó en limpiarse la saliva de la cara, y su mirada de repente se volvió aún más vil que la de una serpiente venenosa.

“En ese caso, solo te queda la segunda opción. O tú o Charlotte deben morir hoy. Bryson, me has tratado bien en el pasado, así que te dejaré tomar la decisión. Ahora, dime, ¿quién de ustedes va a morir hoy?”.