Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 658

“Tiffany… ¡Dios mío! ¡Tiffany!”.

Los gritos de Gillian se podían escuchar desde fuera del coche. Solo pensar en Tiffany le provocaba náuseas a Charlotte. Ya no podía molestarse en darse la vuelta y mirarla.

Ella arrancó el coche y pasó junto a Tiffany y Gillian.

Charlotte había regresado al Distrito del Divino Santuario.

Estacionó su coche y acababa de salir cuando recibió una llamada de Dickson.

Ella respondió con una sonrisa: “Señor Barkley, ¿viste mi programa en vivo en la Televisión Rothesay? ¿Cómo me fue?”.

“Bueno… ¡Uff! Carlie, lo hiciste muy bien. Has promocionado con éxito La Primera Princesa Hechicera, especialmente cuando hábilmente evitaste esa mi*rda y tiraste de Tiffany para que recibiera el golpe. Los miembros del equipo y yo estábamos aplaudiendo cuando vimos eso en la televisión”.

“Mmm, gracias, pero…”.

Charlotte de repente se dio cuenta de que algo no estaba bien.

“Si lo hice tan bien, ¿por qué suspiras, Señor Barkley? Suenas un poco decepcionado también”.

“Es por Tiffany”.

Dickson, que estaba de pie en el pasillo del hospital, se veía muy triste.

“¿No sabías? Tiffany tuvo una caída muy mala cuando la empujaste en el estacionamiento. Ella está en el hospital ahora. Me apresuré en venir justo cuando escuché las noticias. Deberías venir a ver cómo está también”.

Charlotte entró en su coche, lo sacó del garaje a toda velocidad y aceleró.

Terminó chocando contra el bote de basura frente al garaje, mandándolo a volar a diez metros de distancia.

En ese momento, Zachary, que había estado parado frente a las puertas francesas, esperando el regreso de Charlotte, arrojó a un lado su libro de literatura clásica y salió corriendo por la puerta.

“Carlie, no sé qué sucedió entre ustedes dos, pero esta vez es real. Tiffany no te está incriminando”. Dickson palmeó suavemente el hombro de Charlotte.

“Vi las cámaras de vigilancia del estacionamiento. Tiffany hubiera estado bien si simplemente la empujaras al suelo, pero aterrizó en la roca que había usado previamente para golpearte. Y… ¡Uff!”.

Las comisuras de los labios de Charlotte se contrajeron.

Ahora, después de considerarlo más a fondo, ella de verdad había arrojado a Tiffany sobre esa roca, y los gritos de Gillian habían sido aterradores cuando se fue…

El Doctor Turner abrió la boca, pero mantuvo sus pensamientos para sí mismo.

En realidad, cualquier chica perfectamente normal no habría sufrido consecuencias tan graves si hubiera aterrizado en esa roca. Sin embargo, según sus muchos años de experiencia médica, Tiffany debe haber tenido innumerables abortos. Su revestimiento uterino era más frágil que el de la mujer promedio. ¡Así es como había terminado con una caída tan mala!

Sin embargo, estos eran los asuntos privados de su paciente. Él estaba obligado como doctor a mantener en secreto la condición médica de su paciente. No podía decir una sola palabra.