Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 680

Cuando llegara ese momento, ¡Lorraine obtendría su merecido!

¡Finalmente todo habría terminado!

Charlotte realmente quería ver a Zachary de inmediato. Ella podría estar sosteniendo al pequeño bebé, pero caminaba más rápido que Coraline.

Pronto llegaron al estacionamiento.

Abrió la puerta del asiento del conductor y entró al coche, cargando al bebé.

Coraline la agarró. “¡Oye! Estás muy emocional ahora y estás cargando a un bebé. ¿Cómo esperas conducir así? Siéntate en la parte de atrás. Yo manejaré”.

“De acuerdo…”.

Charlotte le dio a Coraline las llaves del coche.

Justo cuando caminaba hacia el asiento trasero, alguien apareció por la esquina e inmediatamente corrió hacia ella.

El hombre le arrebató al bebé de los brazos antes de que ella pudiera reaccionar, se dio la vuelta y salió corriendo.

“¡Poopoo!”.

Charlotte gritó mientras corría tras él.

“¡Detente! ¡Ayuda! ¡Alguien me ha robado a mi bebé! ¡Auxilio! Ayuda… ¡Ahhh!”.

Ella sintió un dolor agudo en la parte posterior de la cabeza, su visión se volvió negra y se derrumbó en el suelo.

Mientras tanto, otro hombre había golpeado a Coraline en la cabeza con un bate de béisbol. Coraline y Charlotte perdieron el conocimiento.

Cuando Charlotte volvió en sí, inmediatamente sintió como si le pincharan la cabeza con dolorosas agujas.

Luego, pensó en Poopoo y se olvidó de su dolor. Ella se incorporó de inmediato.

El corazón de Charlotte estaba alterado. Su cuerpo se estremeció y estuvo a punto de colapsar de nuevo.

Los ojos de Zachary brillaron con pánico. Él rápidamente se movió para apoyarla.

Sin embargo, Lucas fue más rápido que él, por lo que apoyó a Charlotte.

“Cálmate, Señora Connor. La Señorita Larson llegó tan pronto como se enteró de que habían secuestrado a Poopoo. El Señor Valentine ha enviado a sus propios hombres a buscarlo también. La mayor parte de Rothesay pertenece al Segundo Amo y al Señor Valentine. Con sus fuerzas combinadas, esos secuestradores nunca podrán salir de Rothesay, incluso si les salen alas. Será muy fácil encontrar a ese bebé”.

'¡Lorraine! ¿Ella también está aquí?'.

Charlotte miró a su alrededor y se dio cuenta de que Lorraine estaba sentada en un sofá junto a la ventana. Sus ojos estaban rojos, su hermoso rostro estaba empapado de lágrimas y se veía tan devastada que mirarla sería suficiente para derretir un corazón.

Sin embargo, cuando vio su rostro lastimoso, Charlotte no sintió simpatía por ella. En cambio, su mirada se agudizó.

“No hay necesidad de buscar. Lorraine sabe dónde está. Eran ella y Jebediah. ¡Ellos enviaron a esos hombres a secuestrar a mi hijo!”.