Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 688

Poopoo…

Él era tan lindo, tan inocente. Ella daría todo a cambio de otro día con él, pero nunca más lo volvería a ver…

Incluso si perecía con Lorraine, tenía que vengar a su hijo.

“¡Suelta a Lory!”.

Un gruñido profundo estalló como un rayo detrás de la espalda de Charlotte.

Luego, una mano poderosa agarró el brazo de Charlotte y la alejó de Lorraine.

Esa fuerza la envió tambaleándose hacia atrás antes de caer al suelo con un ruido sordo.

“¿Estás bien, Lory?”. El hombre alto y musculoso rápidamente ayudó a Lorraine a ponerse de pie y le frotó el cuello suavemente con la mano derecha.

Charlotte miró el apuesto rostro del hombre aturdida.

¡Zachary!

¡Era él!

Era razonable, y tenía todo el derecho de apartarla en pánico cuando estuvo a punto de estrangular a Lorraine hasta la muerte. No era gran cosa en absoluto…

“Zach… ¿eres tú?”.

Después de que Lorraine recobró el sentido, sus ojos, que se habían vuelto inyectados en sangre debido a la asfixia, se llenaron de lágrimas cuando vio al hombre frente a ella.

“Aunque no quería hacer esto, Zach, estoy tan feliz que empujaste a Carlie al suelo para salvarme”.

El hombre tenía un rostro perfecto comparable a Dios. Él tenía un par de ojos helados, pero había una pizca de dolor en ellos en este instante.

“Lory, soy yo. Jebediah”.

Él la agarró con tanta fuerza que sus dedos se clavaron profundamente en su carne, y ella sintió como si sus huesos fueran a ser aplastados.

Suprimiendo el dolor severo que sentía, ella volteó la cabeza y dijo: “Es inapropiado que un hombre toque la mano de una mujer mientras le pasa un objeto, y mucho menos cuando está tan cerca de ella. Jebediah, ¿no tienes miedo de lo que te hará Zachary?”.

Jebediah abrió la boca, pero justo cuando estaba a punto de decir algo, Lorraine lo interrumpió.

“No la escuches, Jebediah. Ella es como un ciervo en su agonía. No hay nada que ella pueda hacer. Todo lo que tienes que hacer es agarrarla con fuerza. Yo asumiré todas las consecuencias”.

Mientras hablaba, ella se acercó a Charlotte.

Charlotte le dirigió una fría sonrisa. “¿Qué vas a hacer?”.

“Quiero que sufras todos los agravios que me has causado”. Mientras hablaba, sus ojos se inyectaron más en sangre y el resentimiento en su mirada se hinchó debido al agravio en su corazón.

“No te preocupes, no soy una idiota como tú. No voy a estrangularte hasta la muerte personalmente en público. Te abofetearé en la cara. Eso es todo lo que haré. Recuerdo muy claramente que me has hecho sufrir, son nueve veces en total, incluyendo esta vez. Hoy, te abofetearé nueve veces como compensación”.