Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 773

“¿Qué sucede, Señor Larson? ¿Acaba de anunciar oficialmente su compromiso con la mujer que ama, pero en lugar de llevarla a su habitación, la arrastras a unos puentes para romancear?”.

El insulto fue como un par de manos sucias que rasgaron con fuerza la imagen de calidez de Garrison y Sotiria.

Garrison miró al hombre que estaba hablando y luego recorrió con la mirada a los otros cuatro hombres que estaban detrás de él.

“No los conozco. Váyanse. Dejen de molestarme”.

“¡Jaja! Puede que no nos conozca, pero nosotros lo conocemos a usted, Señor Larson. Honestamente, ha ofendido a alguien que nos pagó mucho dinero para traerle un regalo de compromiso. No nos iremos hasta que le hayamos dado ese regalo”.

Los cinco hombres avanzaron hacia Garrison y Sotiria como un muro negro y sofocante.

Ellos miraron con maldad a Sotiria, provocando que un escalofrío le recorriera la espalda.

Garrison no mostró miedo. Levantó sus cejas perfectamente formadas. “¿Qué tipo de regalo ha preparado él que tuvo que arrastrar a tanta gente?”.

El hombre que había hablado anteriormente se rio con maldad.

“Él investigó a esa hermosa chica a su lado y descubrió, para su sorpresa, que en los cuatro años que ha estado con ella, en realidad la ha tratado con la mayor cortesía. Ni siquiera se ha acostado con ella. Así que nos ha pedido que nos turnáramos para probarla antes de que pueda acostarse con ella”.

“¡B*stardos!”.

Garrison era un hombre extremadamente culto y capaz de mantener el decoro, sin importar lo humillado que se sintiera.

Sin embargo, Sotiria no era solo la mujer de su vida. Ella era una parte de él que nadie podía tocar. Inmediatamente perdió el control y golpeó en la cara al hombre que había estado hablando.

“¡Ah!”.

El hombre se tambaleó hacia atrás tres veces y aterrizó de cara en el puente. No esperaba que Garrison lanzara un golpe tan rápido y con tanta fuerza. Él bajó rodando los escalones como una pelota y desapareció en la espesa niebla en un abrir y cerrar de ojos, no lo podían localizar.

Los otros cuatro hombres cargaron contra Garrison.

Puede que Garrison fuera fuerte y grande, pero esos hombres eran lo mejor de lo mejor en la lucha. Él podría obtener una victoria en una pelea uno a uno, pero ahora eran cuatro contra uno. Estaba en desventaja. Lo sujetaron en un abrir y cerrar de ojos y lo sostuvieron contra la barandilla del puente.

Sin embargo, ella falló.

El hombre había visto a través de su plan y evitó fácilmente esa patada. Ella se tambaleó. Antes de que pudiera estabilizarse, los dos hombres la sujetaron en la superficie del puente helado.

“¡Tch! ¡Qué luchadora!”. Un hombre se humedeció los labios con avidez. “Pero cuanto más luchadoras son, más me emocionó. No lo olvides, los cuatro estamos esperando para probarte. Te paralizarás si eres demasiado débil. ¡Qué lástima sería eso! Jaja…”.

“¡Jajajaja!”. El otro hombre se echó a reír.

“Me pregunto si podríamos domar su naturaleza luchadora después de que los cuatro hayamos tenido un turno”.

La mente de Sotiria estaba zumbando.

Ella estaba a punto de hablar cuando de repente sintió un dolor en la piel desde el hombro hasta la cintura: un hombre había agarrado el cuello de su vestido y había abierto un gran agujero, revelando una gran parte de su piel blanca como la nieve al instante.

Sotiria sintió un viento frío que hizo que su mente se quedara en blanco.