Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 780

Ella estaba claramente aturdida. “¿Qué significa esto, Señor Connor?”.

“Es una muestra de mi amor…”.

El majestuoso y perfecto Zachary bajó su gélida mirada muy levemente. Curvó suavemente las comisuras de sus labios. Era tan guapo que era deslumbrante y tentador.

“Ya te lo dije, me gustas. Me enamoré de ti a primera vista. Este ramo de rosas representa mi amor por ti. Tómalo y serás mi amante a partir de ahora”.

Las puntas de los dedos de Sotiria temblaron.

No hace mucho tiempo, Garrison le había informado de las intenciones de Zachary en los Puentes Arcoíris. Ahora ella tenía una idea perfectamente clara de los objetivos de él al seducirla.

'Pero…'.

Ella sabía que Zachary no sentía nada por ella y ciertamente no se había enamorado de ella a primera vista. Sin embargo, ¿por qué todavía se sentía como si hubiera sido embrujada por su proclamación hipócrita, al ver ese ramo de rosas frescas encantadoras y su apuesto rostro, que parecía mil veces más atractivo que el ramo? Sintió una voz descontenta en su corazón que la llamaba y le decía: “¡Sotiria Green, toma esas flores! ¡Apresúrate! ¡Di que sí! ¡Sé su amante!”.

“¿Puedo interpretar tu silencio como consentimiento?”.

Su voz clara volvió a sonar. Él empujó el ramo de rosas más adentro de sus brazos al mismo tiempo.

“¡No!”.

Sotiria recuperó sus sentidos al instante y apartó con fuerza la mano de Zachary.

“Lo siento, Señor Connor, tú eres una figura majestuosa, pero no puedo aceptar las flores que me ofreces como muestra de tu amor”.

“¿Oh?”.

Zachary sonrió. Un destello de desdén estaba enterrado en lo profundo de sus ojos.

“¿Estás diciendo que no soy lo suficientemente bueno para ti?”.

“No…”.

Sotiria no pudo evitar reír. Su mirada sobre Zachary se convirtió en desprecio.

Sotiria realmente deseaba poder huir, pero el aura poderosa de Zachary, que se asemejaba a una pared de hielo, la sofocaba y la hacía sentir como si sus piernas se hubieran vuelto plomo. Ella no podía moverse en absoluto.

Ella solo podía mirarlo tímidamente, rezando en silencio en su corazón.

¡Plaf!

Zachary arrojó el magnífico y encantador ramo de rosas a la papelera y habló con voz indiferente. “Entonces hablemos de otro tema. Dame lo que me debes”.

La hermosa figura de Sotiria tembló. “¿Qué… te debo?”.

“Un beso”, respondió Zachary.

'¿Qué?'.

Zachary atrajo a Sotiria a sus brazos antes de que pudiera entender la situación. Luego, él movió con firmeza su boca delgada y adictiva hacia sus labios en forma de pétalo.