Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 781

Su corazón dejó de latir por un segundo, y en un instante, comenzó a galopar salvajemente y amenazando con salirse de su pecho.

“Mmm…”.

En pánico, ella intentó apartarlo. Sin embargo, los brazos de él eran tan fuertes como el acero, atrapándola con fuerza en su abrazo para que no pudiera moverse en absoluto.

Aunque Zachary era frío y taciturno, ninguna mujer podía resistir su encanto. Al principio, ella todavía estaba luchando, pero a medida que él profundizaba lentamente el beso, parecía ser arrastrada por un torbellino sin fondo. Ella sentía que ya nada le importaba mientras estuviera envuelta en su aliento…

Ella cerró los ojos.

Como una persona intoxicada por un hermoso sueño, no solo dejó de luchar, sino que también esperaba que el sueño continuara.

Ella no pudo ver que, en ese momento, un destello de luz brilló en los hermosos y brillantes ojos de Zachary.

Solo había una razón por la que la había besado a la fuerza.

Quería que ella se enamorara profundamente de él.

Al principio, él solo había tenido la intención de darle un beso ligero, pero en el momento en que colocó sus labios sobre los de ella, perdió el control. Olía a flores, y su aliento, que se asemejaba a un loto de nieve en la cima de una montaña nevada, le recordaba tanto a Charlotte que no pudo liberarse en el momento en que la tocó.

Como si hubiera sido poseído por un demonio, había olvidado por completo quién era esta mujer…

“¡Mmm!”.

El choque violento hizo que Sotiria dejara escapar un sonido.

Mientras Zachary la besaba, la levantó del suelo y la llevó al sofá. Sus manos buscaban la cremallera de su vestido blanco, bajándola con un fuerte movimiento.

Ssshhh… La fría sensación que golpeó la piel de Sotiria hizo que volviera un poco a sus sentidos.

Ella entreabrió los ojos. Cuando vio a Zachary tratando de arrancarle el vestido, sintió como si le hubieran vertido un balde de agua fría en la cabeza y finalmente volvió en sí por completo.

“¡No! Zachary… ¡Déjame ir!”.

Sin embargo, como si hubiera sido poseído por un demonio, Zachary la inmovilizó con su cuerpo, que era tan frío y duro como el acero, y se negó a dejarla ir.

“¡No! ¡No puedes hacerme esto!”.

“¡Déjame ir!”.

“¡No!”.

Sotiria gritó histéricamente mientras golpeaba su pecho con todas sus fuerzas, pero fue en vano.

En ese momento, Zachary estaba tratando a Sotiria completamente como a Charlotte. Él llevaba más de cuatro años triste por Charlotte y ya no podía reprimir ese sentimiento. En este momento, solo quería estar cerca de ella.

“No…”.

“Por favor déjame ir. Bua…”.

“No, Señor Connor, te lo ruego… bua, bua, bua…”.

Sotiria gritó desesperada.

¡Zachary!

¡Él era un idiota!

No solo se había acercado a ella tres veces el día de su compromiso con Garrison, sino que también le había robado su primer beso…

¡No!

¡Ella iba a guardarse para Garrison!

“¡Deja ir a mi mamá, b*stardo!”.

Una voz juvenil y clara estalló.

Un segundo después, un vaso de agua fría salpicó la cara de Zachary, lo que lo obligó a volver a la realidad.