Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 798

Sotiria se detuvo bruscamente frente al coche, como si la hubieran rociado con un balde de agua fría.

'¡Zachary tiene una prometida! ¡Lorraine es su prometida!'.

“Disfrutas usar tu estatus como mi prometida para alardear y ganarte el respeto de otras personas, y no me importa. Pero si crees que puedes usarlo como un medio para atarme, estás muy equivocada”.

Zachary, cuyo rostro estaba frío y helado, habló con una voz tan fría que podría empujar a Lorraine a mil millas de distancia.

Los labios de Lorraine temblaban más que nunca.

“Pero sigo siendo oficialmente tu prometida. Tienes que ser considerado cuando se trata de mí. ¿Cómo puedes… cómo puedes seducir a otra mujer a mis espaldas?”.

“¿Prometida?”.

Los ojos oscuros de Zachary se llenaron de desdén mientras repetía la palabra.

“Solo existe la palabra ‘esposa’ en mi diccionario. La palabra ‘prometida’ no existe en absoluto, lo que significa que tu supuesta afirmación de que eres mi prometida no significa nada para mí. ¿Qué quieres decir con ‘oficialmente’? ¿Por qué debería mostrarte alguna consideración?”.

“Zach…ary…”.

Era como si alguien la estuviera estrangulado violentamente. A pesar de tener cien mil cosas que decir, Lorraine no parecía poder decir nada más aparte de su nombre.

Ella miró a Zachary en agonía mientras lágrimas cristalinas caían histéricamente por su rostro.

En el pasado, se había devanado los sesos y había hecho lo que fuera necesario para alejar a Zachary de Charlotte. Había pensado que, si podía eliminar con éxito a Charlotte del lado de Zachary, su reincorporación en el corazón de Zachary estaría asegurada.

Sin embargo, nunca pensó que después de la muerte de Charlotte, Zachary no podría dejarla ir. Sino que la extrañaba aún más con cada día que pasaba. Prácticamente había agotado todos los métodos posibles que se le habían ocurrido durante los últimos cuatro años, pero parecía que no podía encender una sola chispa de Zachary por ella. En cambio, se volvía cada vez más frío y distante ante la presencia de ella…

Zachary la dejó llorando profusamente. Se negó a mirarla a la cara en todo momento. Levantó los pies y caminó silenciosamente por su derecha.

Lucas, que había estado esperando a Zachary en el coche, abrió rápidamente la puerta del coche cuando vio que Zachary se acercaba.