Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 799

De repente, ella sintió el pulgar y el índice de Zachary sujetando su barbilla con firmeza.

Sus dedos ya la habían obligado a levantar la cara antes de que pudiera volver en sí. Entonces, los labios de Zachary se presionaron firmemente contra los suyos.

¡Bum!

Sintió como si un fuerte trueno hubiera estallado en su mente.

Su corazón comenzó a latir salvajemente. Sintió como si hubiera caído en un hermoso sueño, al instante se había olvidado de la realidad. Su aliento delicado y encantador era lo único que llenaba sus sentidos…

“Ay…”.

El dolor punzante la devolvió a la conciencia.

Ella apartó con fuerza a Zachary. Ella levantó la mano y le dio una bofetada en la cara.

“¡Eres inhumano, Zachary Connor!”.

Zachary, que nunca había sido abofeteado por nadie excepto por su propia madre y una niña, en realidad no mostró signos de ira. En cambio, entrecerró sus pupilas heladas con descaro como un niño que acaba de salirse con la suya.

“¿No te duele el corazón cuando tratas a tu amante tan mal?”.

“¡Tú!”.

Sotiria no solo se vio obligada a besar a Zachary frente a Garrison, sino que Zachary incluso le mordió los labios hasta que sangraron. Ella estaba furiosa. A ella no podría importarle menos. Levantó la mano, lista para abofetear a Zachary en la cara de nuevo.

Esta vez, Zachary atrapó su muñeca con facilidad.

El hombre era tan fuerte que sus dedos se clavaron en su piel. Ella sentía que él estaba a punto de romperle los huesos.

Zachary le acarició el cabello mientras decía esto, bajó el cuerpo y se subió al coche.

El lujoso coche negro se alejó lentamente de Sotiria y pronto desapareció, dejándola aturdida en medio de sus humos odorosos.

Garrison, que estaba detrás de ella, la miraba distraídamente. Sus ojos claros, límpidos y hermosos se habían vuelto fríos.

Él corrió furiosamente en el momento en que Zachary besó a Sotiria. Había estado a punto de golpear a Zachary en la cara cuando notó que Sotiria no había apartado a Zachary con disgusto cuando la besó. En cambio, ella se había sumergido dócilmente en ese beso. Sentía como si sus pies estuvieran clavados en el suelo. No podía moverse en absoluto.

Era una chica tradicional de principio a fin.

Habían pasado más de cuatro años. Él siempre había sido el único hombre cercano a ella en su vida. Ahora, estaban comprometidos, pero ella se había negado a dejar que él la besara.

Ella había dicho que quería guardar todo para su noche de bodas.