Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 813

'¿Por qué?'.

¡Zachary solo se había sentido de esta manera con Charlotte!

¿Por qué se sentía así con una p*ta?

'¡No! ¡Solo Charlotte es digna de despertar este tipo de cariño en mí! ¡Sotiria Green no se lo merece! ¡Ninguna mujer en este mundo se lo merece!'.

Zachary apartó fríamente los labios de Sotiria de su rostro al pensar en esto.

“¡Vete! ¡Señorita Green, date a respetar un poco!”.

Sotiria despertó lentamente.

Al principio, ella sintió un dolor punzante en la mejilla y un fuerte dolor de cabeza.

Entonces se dio cuenta de que estaba durmiendo en un sofá.

Ella miró a su alrededor. Esta era una gran sala de 1,000 metros cuadrados. El interior era contemporáneamente lujoso. La escalera de caracol de mármol blanco que conectaba el primer piso con el segundo piso se sentía como una reliquia de un cuento de hadas.

'¿De quién es esta casa? ¡Es hermosa! ¡Espera! ¿He estado aquí antes? ¿Antes de que perdiera mis recuerdos? ¿Por qué todo se siente tan familiar?'.

“Está despierta, Señorita Green”. La criada, Janet Plain, salió de la cocina. Le sonrió a Sotiria con la debida cortesía.

Sotiria le devolvió la sonrisa.

“Hola, ¿en dónde estoy?”.

Sotiria se encogió de hombros incómodamente. “Eh… Me gustaría hacerte una pregunta antes de irme. ¿Nos hemos visto antes? ¿He estado en la casa del Señor Connor antes?”.

“Ciertamente nunca la he visto, pero conozco su reputación”. Janet miró a Sotiria con una mirada extraña en sus ojos. “En cuanto a si alguna vez ha estado en la casa del Señor Connor, puedo decirle con la mayor certeza que nunca ha estado aquí antes. Conociendo la personalidad del Señor Connor y su forma de manejar las cosas, nunca habría traído a una mujer como usted aquí. Esta fue una circunstancia puramente imprevista”.

'Pues… ¡Bien!'.

Sotiria frunció los labios con irritación.

Sin embargo, podía sentir que había estado allí antes y que esta criada en particular también le era muy familiar.

“Bien entonces. Ya no te molestaré más”. Sotiria dio media vuelta y se fue.

Justo cuando estaba a punto de llegar a la puerta, escuchó fuertes pasos provenientes de la escalera de caracol. Entonces, una voz clara y tentadora resonó en un tono indiferente. “Te salvé la vida y preservé tu reputación. ¿Y te vas sin siquiera agradecerme?”.