Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 817

“Eres muy amable, Señor. Eres el mejor hombre del mundo, aparte de mi papi”.

Lucas se sonrojó al instante. No sabía qué decir. “¡Jeje, no hay necesidad de eso! Eres tan tierna, adorable y bonita. Cualquier hombre sería bueno contigo…”.

De repente sintió una frialdad escalofriante desde su derecha tan pronto como dijo esto. Levantó la cabeza y miró solo para encontrarse con la mirada apocalíptica de Zachary. Sus rodillas se doblaron del susto. Aterrizó, sentándose en el suelo.

“¿Está bien, Señor?”. La niña extendió su pequeña mano hacia Lucas en un intento de ayudarlo a levantarse.

“No es necesario que lo hagas. Puedo levantarme solo”. En ese momento, Lucas fue muy consciente de por qué Zachary lo miraba con ojos como el diablo. Le había quitado el foco de atención a Zachary. ¿Cómo podría tener el descaro de sostener su mano?

Él se puso de pie, levantó el dedo y señaló a Zachary.

“¿Lo has olvidado, pequeña? El que me pidió que te diera los chocolates fue ese hombre. En realidad, estos chocolates son un regalo de él. Deberías agradecerle a él”.

“Sí”. Naomi levantó su carita delicadamente esculpida y parpadeó con sus ojos brillantes y cristalinos hacia Zachary. “Acerca tu cara un poco más a mí”.

Hace poco, Zachary había acercado su rostro hacia Naomi sin preguntarle por qué, ya que había estado escuchando las órdenes de Naomi y había recibido una bofetada en la cara. Todavía no había aprendido la lección. Inmediatamente se inclinó y movió su rostro incomparablemente apuesto hacia Naomi una vez más.

Naomi extendió su manita y acarició su mejilla izquierda ligeramente enrojecida.

“¿Te golpeé muy fuerte?”.

Zachary la miró sin pestañear. “Sí”.

La niña se mordió suavemente los labios. “¿Te duele?”.

“Sí… En realidad, eres bastante amable”. Naomi envolvió sus brazos alrededor del cuello de Zachary. Sus labios rosados, como pétalos, se movían constantemente sobre la punta de su nariz.

“Tienes que recordar, de ahora en adelante ya no puedes intimidar a mi mami, y tienes que darme chocolates regularmente, como hoy, y dejaré de llamarte Señor Malo. ¿Entendido?”.

“Entendido”.

Zachary parecía perfectamente normal en la superficie, pero su corazón se sentía como si un tornado hubiera causado estragos en él. Estaba lleno de calidez y amor, surgiendo salvajemente como una tormenta.

A él de verdad no le gustaban los niños.

Él siempre se mantenía alejado cada vez que veía a los hijos de sus familiares o amigos. Sin embargo, Naomi era la excepción. Él no la odiaba en absoluto. Cuando la sostuvo en sus brazos, su corazón, que había estado muerto y vacío durante los últimos cuatro años, se sintió como si se llenara. Estaba abrumado por la felicidad, el enriquecimiento y la alegría…