Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 820

Sotiria estaba a punto de negarse cuando un rugido profundo resonó antes de que pudiera hablar. “Piérdete. Ella es mi prometida. ¡No necesito que la lleves!”.

“¿Oh?”.

Zachary se dio la vuelta y vio a Garrison, que caminaba apresuradamente hacia él como un meteorito. Curvó las comisuras de sus labios en un ángulo desdeñoso.

“Llegas justo a tiempo. ¿Dónde estabas cuando tu prometida estaba atada en una habitación, sufriendo la humillación y la violación de dos hombres?”.

“¡Y todavía tienes el descaro de mencionar eso!”.

Garrison, que ahora estaba extremadamente furioso, no se preocupó por su imagen. Reunió su fuerza y ​​lanzó un puñetazo a la cara de Zachary.

Zachary, que no estaba preparado en absoluto y no esperaba que Garrison atacara después de un desacuerdo, recibió un fuerte puñetazo en la mejilla izquierda, después de todo, Garrison se había movido muy rápido. Un poco de sangre goteó de las comisuras de sus labios perfectamente formados.

Garrison todavía estaba furioso. No esperó a que Zachary recuperara el equilibrio antes de lanzarle otro puñetazo en la cara.

Sin embargo, esta vez, Zachary agarró su muñeca cuando vio que su puño estaba a punto de golpear su rostro.

Garrison era más grande y poderoso que el hombre promedio, pero la fuerza de Zachary era aún mayor e impactante. Su mano parecía estar hecha de hierro. La muñeca de Garrison estaba bajo su control, por lo que su mano quedó suspendida en el aire, incapaz de moverse.

Zachary tiró su mano y agarró su cuello con la otra mano. Luego empujó a Garrison al suelo con un fuerte golpe. Mientras tanto, su puño izquierdo se preparó para golpear a Garrison en la cara…

“¡No le pegues a mi papi!”.

Una voz que sonaba como una campana tintineando inmediatamente gritó en voz alta.

Todos en Rothesay sabían que Zachary nunca dejaba que nadie lo golpeara en la cara. Cualquiera que se atreviera a cruzar esa línea tendría que pagar un alto precio… Sin embargo, cuando escuchó esa voz, era como si hubiera caído bajo un hechizo aturdidor. Su fuerte puño se detuvo sobre la mejilla izquierda de Garrison, incapaz de acercarse más.

“¿Por qué sigues estrangulando a mi papi? ¡Suelta a mi papi!”.

Sin embargo, esta vez, no estaba enojado en absoluto. No sintió la necesidad de devolverle el golpe a Garrison. Simplemente permaneció en su lugar como una estatua. Bajó sus pupilas heladas y deslumbrantes y miró a la niña a sus pies, fulminándolo con enojo.

“Te mereces esos dos golpes. Escuché que esos dos hombres drogaron a Tiria y la secuestraron en una habitación. Nunca pensé que tú, siempre tan aferrado a tus principios, en realidad te rebajarías a medios tan sucios solo para vengarte de mí”.

Los ojos de Garrison eran una mezcla de ira y decepción.

Zachary no solía ser así.

A pesar de sus formas crueles y asesinas, y su habilidad para no mostrar piedad a sus enemigos, esas personas eran sus enemigos y les daba su merecido. Sin embargo, nunca provocaría ni intimidaría voluntariamente a personas inocentes.

¡Zachary era totalmente diferente ahora!

¡Él en realidad había abandonado sus principios y límites, todo por la venganza de ese “engaño”!