Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 891

“¡Auxilio!”.

“Ayu… mmm…”.

El agua implacable entró a velocidad, tragándosela entera y entrando frenéticamente en su boca y nariz.

No podía decir nada ahora, pero aún así no se había rendido. Mantuvo sus ojos brillantes abiertos mientras agarraba con fuerza el cinturón de seguridad como una pinza.

¡Ella no podía morir todavía!

¡Se iba a casar con Garrison mañana!

¡Todavía tenía una hija adorable a la que cuidar!

El primer día que dio a luz a Naomi, besó su carita arrugada y le juró en silencio que sería una buena madre. Ella la vería crecer y experimentaría las mejores cosas de la vida junto con ella.

Sin embargo, el cinturón de seguridad estaba tan apretado que no podía desabrocharlo por mucho que lo intentara.

Cuanta más fuerza ejercía, más rápido se consumía el oxígeno en su sangre. Unos segundos más tarde, ya no le quedaban fuerzas.

Su cuerpo se estaba poniendo más rígido con cada segundo que pasaba, y la oscuridad comenzó a consumirla mientras cerraba lentamente sus ojos.

En ese momento, un místico Ferrari negro aceleró junto al lago. Cuando la persona que conducía el coche vio que el coche de Sotiria estaba a punto de ser tragado por el agua, sus ojos de zafiro se contrajeron y pisó el freno a fondo.

¡Ñiii!

El superdeportivo de lujo patinó unos 100 metros sobre la calle resbaladiza antes de detenerse por completo. La puerta se abrió de una patada y un hombre alto y fornido corrió hacia el lago a toda velocidad. Luego, sin dudarlo, respiró hondo y saltó al lago.

Nadó hasta el coche de Sotiria. Cuando abrió la puerta y trató de sacarla del asiento, se dio cuenta de que estaba atrapada por el cinturón de seguridad.

“Todavía no estás muerta. Y esto no es el cielo. Esta es mi casa”.

Al principio, Sotiria tenía muchas preguntas que hacer. Sin embargo, en el momento en que vio la cara del hombre, se sorprendió tanto que no pudo decir una palabra.

Bueno, no es que Sotiria nunca hubiera visto a un hombre guapo.

De hecho, su esposo, Garrison, era un hombre guapo por derecho propio, y siempre podía hacer que todas las chicas lo miraran donde sea que fuera. En cuanto a Zachary, que la había estado molestando hace unos días, aunque era tan frío como un glaciar, era aún más guapo y la podía dejar en un trance.

El hombre frente a ella no solo tenía un par de fascinantes ojos azules, sino que sus rasgos faciales eran incluso más delicados que los de Zachary.

Generalmente, un hombre con rasgos faciales excesivamente “delicados” le darían una apariencia femenina, pero era un caso diferente para este hombre parado frente a ella. Debido a sus características faciales pronunciadas y su físico robusto, no se veía “femenino” en absoluto.

Sin embargo, había algo dañando su estética. Al igual que una gema de alto grado que había caído en un charco de lodo, el rostro del hombre estaba cubierto por una espesa barba y se veía descuidado.