Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 91

'¡Bien entonces!'.

Lucas le dio a Zachary una señal de aprobación.

A los ojos del público, Zachary era tan aterrador como el propio Hades. Solo unas pocas personas, que realmente lo conocían, sabían que Zachary ignoraría todas las ganancias y pérdidas personales para atesorar incondicionalmente a alguien que realmente le importaba. Zachary todavía se preocupaba profundamente por Zenios, a pesar de que estaba haciendo un intento audaz para arrebatarle a su esposa.

“Je, je, je… Segundo Amo, ya que está interesado en ayudar a Zenios a encontrar a su hijo y le preocupa que se lleve a la Señora Connor una vez que lo encuentre, tengo una idea para deshacerme por completo de sus preocupaciones”. Lucas sonrió.

“Adelante”, dijo Zachary, levantando la ceja.

Lucas parecía tener un plan bien pensado. “Es fácil. Podría embarazar a la Señora Connor antes de que Zenios encuentre a su hijo”.

Una expresión peculiar cruzó por el rostro cincelado de Zachary. Curvó las comisuras de los labios, pero no dijo una palabra.

“Sé lo que está pensando, Segundo Amo. Cree que un hombre frío, estoico y principesco que se abstiene del placer sexual como usted, nunca podría descartar su propia dignidad y hacerlo con la Señora Connor…”.

“¿Qué estás tratando de decir?”. El rostro de Zachary se hundió.

“Eh… Bueno, aquí está la cosa, señor…”. Lucas se inclinó sobre el hombro de Zachary y le susurró al oído. “La única vez que tuvo sexo con la Señora Connor fue la noche en que lo drogaron. La usó como antídoto. Como no puede hacerlo estando sobrio, podría recrear esa fatídica noche”.

'¿Recrear esa noche?'.

El hermoso e impecable rostro de Zachary se veía ligeramente desconcertado.

“Explícate”.

Lucas sonrió con astucia. “Seré directo con usted. Si alguna vez siente la necesidad de tener un bebé con la Señora Connor, dróguese y llévela a su habitación como esa noche… ¡Ay!”.

Zachary le dio una fuerte patada en las nalgas y Lucas rodó escaleras abajo como un barril de madera.

“¿Adónde vas?”. Zachary habló de una manera fría y abrupta.

Charlotte instintivamente dio un paso atrás por miedo y luego respondió tímidamente: “Dijiste que no me impedirías salir de casa cuando quisiera. Puedo salir sin tener que decírtelo. ¿No es así?”.

Zachary la miró con indiferencia. “Así es, siempre y cuando no salgas a engañarme”, respondió él en un tono uniforme y sublime.

“Jum…”.

Lucas, que acababa de tomar un gran sorbo de leche, la escupió y la esparció por todas partes. Entonces, sintió el dolor en sus nalgas por la patada de Zachary y rápidamente trató de cubrirse el tr*sero. “Oh, leí esta broma muy divertida en mi celular. Lo siento por eso. Por favor, continúa tu conversación con el Segundo Amo, señorita. No estaba escuchando para nada”.

A diferencia de Lucas, Charlotte ciertamente no se atrevería a reír. Ella solo se encogió de hombros nerviosamente.

“Por supuesto que no te voy a engañar. No me atrevería, ni siquiera si tuviera cientos de pretendientes. Así que… ¿ya puedo irme?”.