Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 92

“Claro”, respondió Zachary con una expresión fría en su rostro.

“Gracias…”. Ella forzó una sonrisa rígida y se despidió. Luego, rápidamente se dirigió hacia la puerta como si estuviera huyendo de una amenaza inminente.

“Espera”. Zachary la detuvo en un tono indiferente que estaba plagado de magnetismo y agudez. Charlotte se detuvo en seco como si hubiera sido golpeada por una maldición. Ella se volteó con miedo.

“¿Necesitas algo más?”.

“¿Cómo te vas a ir?”. El hermoso hombre levantó los ojos y la miró. Su mirada, que brillaba como piedras preciosas, parecía contener un poderoso encanto.

Cada vez que ella lo miraba a los ojos, sentía como si hubiera un sello en su corazón. Esta vez no fue diferente. Ella tragó saliva con ansiedad. Su tono se sintió aún más nervioso que nunca cuando dijo: “Voy a tomar un taxi… por supuesto…”.

Un objeto dorado brillante voló de las manos de Zachary hacia ella, tan pronto como habló.

Ella lo atrapó instintivamente y se dio cuenta de que era un juego de llaves del coche.

Los ojos de Lucas se iluminaron.

'¿Esas llaves no son del Rolls Royce platino hecho a medida que Zachary acabó de comprar la semana pasada?'.

Zachary tenía más de 5,000 coches de lujo, pero ninguno de esos coches eran tan valiosos como ese. En pocas palabras, su coche de lujo número valía más que 20 de sus otros coches juntos.

'¿Qué está haciendo el Segundo Amo? ¿Va a aplastar a la Señora Connor con las llaves del coche después de un desacuerdo?'.

“Ese coche es tuyo ahora”. Zachary tocó casualmente un lugar en las ventanas francesas y señaló afuera.

Charlotte miró hacia la dirección que señalaba y vio un coche color platino estacionado bajo el sol dorado. Ella no era buena con las marcas de coches, pero ese le parecía bastante caro.

Charlotte se quedó sorprendida. Estaba a punto de decirle que tenía un coche propio. Estaba estacionado en la casa de la familia Simmons. Podía recogerlo en cualquier momento que quisiera…

La voz regia de Su Majestad habló de nuevo.

Charlotte salió.

Zachary se quedó de pie contra la elevada luz del amanecer, mirando a Charlotte subirse al coche que él le había dado, a través de las ventanas francesas. La vio encender el motor y alejarse, sintiendo una sensación de plenitud y satisfacción que nunca antes había sentido.

En ese momento, un rastro de calidez apareció en los ojos marrones oscuros del hombre helado.

Atelier de Lottie.

Este era el estudio de arte personal de Charlotte.

Charlotte había sido una buena pintora desde pequeña, y su padre le había construido este estudio de arte mucho antes de que ella conociera a Bryson. Charlotte vendía sus obras de arte allí. Era una fuente de ingresos y un medio para perseguir sus sueños y lograr el éxito en el mundo del arte.

Hoy, Charlotte se dirigía al Atelier de Lottie.

Sin que ella lo supiera, esas serpientes le habían tendido una trampa. Una vez que pusiera un pie en el estudio, ella caería en un abismo infernal, condenada para siempre.