Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 969

'¡Dios mío! ¡Garrison y yo estamos recién casados! ¿Es muy irresponsable de mi parte tener esa mentalidad?'.

“¡Tiria! ¡Yo… todavía no puedo hacerlo!”. Sonó la voz frustrada de Garrison.

Los ojos de Sotiria se iluminaron y hubo un estallido de éxtasis saliendo de su corazón como si acabara de escapar de una calamidad.

'¡No! ¡Espera un segundo!'.

'¿Qué me sucede? ¡Garrison es mi esposo y la persona que más me consiente y me ama en este mundo! Él está sufriendo otra adversidad ahora, ¿¡cómo puedo sentirme tan extasiada!?'.

'¡Debería estar consolándolo ahora mismo!'.

“Pues…”. Sotiria suprimió la indeseable sensación de alegría y acarició la cabeza de Garrison suavemente. “¿No te encontraste con ese problema anoche también? Jaja… No me malinterpretes. No quise burlarme de ti. Quiero decir, solo han pasado doce horas desde anoche. No debes haberte recuperado de la frustración todavía. Así que no te preocupes, mejorará en el futuro, ¿verdad?”.

Garrison frunció el ceño con tristeza y su manzana de Adán se contrajo. “Tiria, debes creer en mí. Mi amor por ti es real. Incluso si no pudiera reaccionar ante todas las demás mujeres del mundo, no debería tener la misma reacción hacia ti, pero… Pero… ¿Qué me sucede? ¿Por qué me he vuelto tan inútil de repente?”.

“¡No! ¡No debería ser así! ¡¿Por qué es tan difícil para mí convertirme en una pareja real con mi mujer favorita?!”.

Sotiria, que se quedó sin palabras porque no sabía mucho sobre los hombres y nunca había experimentado algo así, realmente no sabía cómo consolar a Garrison. Solo pudo darle una palmada a Garrison en el hombro. “¿Por qué no buscas a un experto en este campo? O podrías ir al hospital a hacerte un examen, ¿no crees?”.

Ahora tenía que bajar a recoger las bolsas e iba a tirar la ropa a la basura.

Incluso si Garrison le rogara que lo hiciera nuevamente en el futuro, ya no usaría este tipo de ropa.

Fue casi tan pronto como Sotiria entró al ascensor cuando Marco la llamó y ella respondió de inmediato. “Marc, ¿dónde estás? Estaba a punto de llamarte. Tengo algo muy importante que hacer y te necesito”.

“Tiria, dime”. Siempre había habido un toque de comodidad y calidez nostálgica en la voz de Marco.

Aunque Sotiria era la única persona en el ascensor, aun así bajó la voz. “Marc, ya confirmé que la persona que me avergonzó ayer en mi boda fue Virginia. También es la persona que contrató a los tres hombres para profanarme y volverme drogadicta. Quiero vengarme y tengo un plan. Necesito que hagas lo que te diga”.