Resumo de Capítulo 97 La última gota – Capítulo essencial de Amor Adictivo de CEO por Internet
O capítulo Capítulo 97 La última gota é um dos momentos mais intensos da obra Amor Adictivo de CEO, escrita por Internet. Com elementos marcantes do gênero Romance, esta parte da história revela conflitos profundos, revelações impactantes e mudanças decisivas nos personagens. Uma leitura imperdível para quem acompanha a trama.
Esta fue la última gota.
Algo en Zachary se quebró y una voz le gritó que la besara. Él levantó ligeramente el rostro de Charlotte y plantó sus delgados labios en su frente.
“¡Eres un imbécil!”, Charlotte gritó, causando que Zachary retrocediera sobresaltado.
Un segundo después, Charlotte agregó: “¡Eres un ingrato hijo de p*ta! Espero que mueras un millón de muertes… ¿Cómo pudiste traicionarme?”.
“Bryson, fui tan buena contigo… te amaba mucho. Te di todo lo que tenía. ¿Por qué? ¿Por qué…? ¿Por qué…? Snif… snif…”, Charlotte gritó en voz alta cuando grandes lágrimas comenzaron a caer por las esquinas de sus ojos.
Al ver sus lágrimas, Zachary sintió como si le hubieran hecho un agujero en el corazón. Estaba vacío, sin fondo, y nada podía llenarlo.
Él conoció a Charlotte en el momento más bajo de su vida. Sin importar cuántos agravios tuviera que soportar y qué tipo de dificultades tuviera que experimentar, Charlotte siempre levantaba el rostro con orgullo, cubriendo todo su dolor con una sonrisa.
Zachary pensó que una mujer testaruda y digna como ella no lloraría para nada, pero parecía que estaba equivocado. Resultó que, como cualquier otra mujer, también lloraba como una niña.
En ese momento, Zachary sintió envidia de Bryson; el hombre al que despreciaba tanto, hasta el punto de estar celoso de él.
Estaba celoso de la escoria que había conocido a Charlotte antes que él; de que ella se hubiera enamorado profundamente de él, aunque la hacía llorar incluso en sus sueños.
“Bryson, ¿por qué…? ¿Por qué…? Snif, snif… ¿Por qué me haces esto? Snif, snif, snif…”.
Se escuchó un ruido sordo y Zachary volvió a la realidad.
Él disimuló hábilmente la mirada de sorpresa en su rostro y dejó suavemente a Charlotte en el asiento. Para cuando miró a Zenios, que estaba parado fuera del coche, había vuelto a su habitual calma y compostura.
“¿Yo? ¿Un monstruo?”.
“¡Sí! ¡Tú! ¡Eres un monstruo!”, Zenios repitió mientras miraba furiosamente a Zachary.
“¿Cómo pudiste aprovecharte de Carlie en su estado actual? Segundo Tío, siempre pensé que eras un hombre de honor y solía admirarte. No puedo creer que en el fondo seas tan despreciable como el monstruoso Victor Rutherford”.
Comentários
Os comentários dos leitores sobre o romance: Amor Adictivo de CEO