Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 971

Una pizca de alivio cruzó por el rostro de apariencia bibliotecaria de Jordan.

Al principio, ella tampoco había entendido por qué Garrison sentía un cariño especial por Sotiria, pero después de pasar cuatro años juntas, cuanto más aprendía sobre ella, más entendía por qué.

Antes de perder la memoria, Sotiria, o tal vez debería llamarla Charlotte, había sido la socialité más buscada de Rothesay.

Jordan había conocido a muchas como ella, supermodelos y celebridades femeninas. La mayoría de ellas eran arrogantes y engreídas, pero Charlotte era diferente. Ella tenía los pies en la tierra y respetaba a todos los que eran buenos con ella. No solo eso, sino que cuando alguien la ayudaba, haría todo lo posible por devolverle el favor a esa persona.

Jordan pensó que esa era la razón por la que Zachary amaba a Charlotte. Zachary y Garrison eran iguales en ese aspecto. Lo que amaban era el alma de Charlotte.

Jordan supuso que ese era el motivo por el que Zachary no podía dejarla ir, incluso ahora que Charlotte había cambiado de rostro y ya no era tan etérea y hermosa como solía ser.

El banco “Mercado Negro” era un banco único en Rothesay, solo tenía una cosa a la venta: moneda negra.

La moneda negra era la única moneda reconocida por los comerciantes en el mercado negro de Rothesay, por lo que lo primero que harían todos los que quisieran comprar algo en el mercado negro sería ir al Banco “Mercado Negro” para conseguir monedas negras.

Después de que Sotiria se despidió de Jordan y Naomi, condujo hasta el Banco “Mercado Negro”.

Para Sotiria, ahorrar dinero nunca había sido fácil. Además, antes de cortar lazos con Renata la ayudaba todos los meses. Como resultado, le tomó unos años ahorrar 2,000 dólares gastando menos. Ella intercambió sus 2,000 dólares por 2 monedas negras.

Luego, fue al mercado negro.

“Jefe, dame una pistola”.

“¡Ja!”. El dueño de la tienda, que estaba parado detrás del mostrador limpiando un rifle, se rio cuando vio a Sotiria.

“Niña, ¿has venido al lugar equivocado? Una chica débil como tú no es apta para jugar con armas. Sal y gira a la izquierda. Hay muñecas en la tienda de juguetes de al lado que podrías comprar”.

Sotiria estaba tan furiosa que las comisuras de sus labios temblaron. Golpeó las dos monedas negras en el mostrador y gruñó: “¡Déjate de tonterías! ¡Solo tráeme una pistola!”.

“¿Eh?”. El hombre permaneció imperturbable, aunque Sotiria tenía monedas negras. Miró burlonamente a Sotiria y le dijo: “¿Quieres comprar un arma? Bueno pues. ¿Sabes que necesitas una licencia del mercado negro para comprar algo así? ¡Muéstrame tu licencia primero y luego hablamos!”.