Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 973

El Rey Nocturno…

Era el nombre que había sacudido a todo Rothesay hace cuatro años.

Ella había oído que el mercado negro en Rothesay era un desastre hace cuatro años. Había estado lleno de violencia y batallas sangrientas hasta que un hombre que se hacía llamar “Rey Nocturno” apareció un día hace cuatro años e hizo la audaz promesa de que unificaría el mercado negro. Nadie sabía de dónde había venido y todos se reían de él por sus delirios. Sin embargo, con su increíble fuerza, pudo unificar el mercado negro en solo un mes.

Desde entonces, el Rey de la Noche se había convertido en una figura comparable con Zachary.

Todos decían que Zachary era el emperador de Rothesay y el Rey Nocturno era su contraparte. Él era el emperador nocturno de Rothesay.

Era solo que el Rey Nocturno siempre usaba una máscara negra que cubría la mitad de su rostro cada vez que salía, por lo que nadie había visto su verdadero rostro.

El dueño de la tienda instó. “¿Qué estás esperando, Señorita? Entra y elige tu arma”.

“De… De acuerdo. Ya voy”, respondió Sotiria temblando y entró a la tienda.

Ella escogió una mini pistola plateada.

La pistola era un poco más corta que su palma y encajaba perfectamente en su bolsillo.

El dueño de la tienda dijo que aunque la pistola era pequeña y liviana, era increíblemente poderosa. Si tres personas estuvieran de pie hombro con hombro, podría penetrar las cabezas de las tres al mismo tiempo con un solo disparo. También era la pistola más cara de su tienda y costaba más de 2 monedas negras.

Sotiria guardó el arma con satisfacción.

En este momento, el Rey Nocturno todavía estaba parado frente a la puerta. Sotiria se acercó a él y le dijo: “Señor Rey Nocturno, aunque no sé por qué quiere ayudarme, todavía quiero expresarle mi gratitud. No olvidaré su gesto y sin duda le devolveré el favor en el futuro si alguna vez tengo la oportunidad”.

A ella no le gustaba deber favores, pero de verdad necesitaba una pistola. Como tal, no rechazó la oferta cuando el Rey Nocturno le pidió al dueño de la tienda que le diera un arma.

“No es necesario”, dijo el Rey Nocturno. Como la máscara cubría la mitad de su rostro, Sotiria no podía ver su expresión actual.