Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 979

'Pues…'.

Sotiria bajó la cabeza frustrada.

'¡Bien! ¡Lo admito! No soy una inexperta legal. También sé que iba en contra de la ley cuando elegí forzar una confesión de Virginia, pero no me arrepiento'.

'Virginia es tan astuta que hizo todo a la perfección. Incluso la policía no pudo encontrar evidencia para exponerla a través de los medios adecuados. Así que, para poder lidiar con Virginia, tenía que combatir fuego con fuego'.

'No tengo absolutamente ninguna queja si me condenan a prisión. Incluso culparé a Virginia y seguiré buscando venganza contra ella después de que me liberen de prisión'.

'Sin embargo, no seré tan estúpida como esta vez cuando llegue el momento. No permitiré que la policía intervenga de nuevo. En cambio, después de que tenga en mis manos otra grabación de la confesión de Virginia, la publicaré directamente en Internet y limpiaré mi nombre a través del proceso…'.

'Después de eso, personalmente enviaré a Virginia al infierno sin dejar evidencia alguna. ¡Justo como lo que le hizo a mi madre!'.

No obstante…

Aunque Sotiria no se arrepentía, todavía no podía evitar sentirse triste.

La sala de detención estaba excepcionalmente silenciosa.

Ella se sentó impotente en un taburete frío como la piedra, pensando que estaba tan segura de que podría hacer que Virginia pagara por lo que había hecho. Pero no solo había fallado, sino que ahora también sería sentenciada. Todo esto la hizo sentir fría por dentro.

'¡Lo he arruinado! Si me condenan a un año de prisión, no solo no podré acompañar a Naomi durante un año, sino que también dejaré una cicatriz en su joven y pequeño corazón de por vida…'.

'¡Lo siento, Naomi!'.

La puerta de la sala de detención se abrió en ese momento.

Luego se puso de pie y salió de la sala de detención.

“Por cierto, ese es el coche de su esposo. Él la está esperando. Debería ir a verlo”. El policía señaló el Rolls-Royce negro a través de la ventana.

Sotiria miró el Rolls-Royce.

De hecho, cuando el policía dijo que alguien había venido a rescatarla, ella pensó que la persona debía ser Garrison.

Aunque nunca había visto a Garrison conducir este Rolls-Royce, él tenía muchos coches, por lo que no levantó sospechas. Además, el policía le acababa de decir que era el coche de su esposo…

La puerta del lado del conductor del coche estaba entreabierta, y podía ver débilmente a un hombre con un traje negro sentado en el asiento del conductor. Aunque no podía ver su rostro, todavía podía sentir su aura majestuosa.