Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 981

Fingiendo calma, Sotiria se dio la vuelta y caminó hacia la puerta principal de la estación de policía con un paso constante.

“Del “Libro del Amor” que leí, dice que cuantos más hombres ha tenido una mujer, más difícil es tolerar la soledad para ella”. La voz de Zachary flotó en sus oídos desde su espalda.

Sotiria sintió como si hubiera caído en una caverna de hielo y toda su sangre se heló.

“¿Te estás burlando de mí, Señor Connor?”.

“Solo estoy afirmando un hecho. Ya no vivimos en una sociedad feudal, y tanto hombres como mujeres tienen impulsos fisiológicos. Es la naturaleza de los humanos, y no hay nada de qué avergonzarse por admitirlo”, respondió Zachary. Estaba erguido como un palo, y sus profundos ojos oscuros carecían de cualquier emoción.

Los labios de Sotiria temblaron sin parar mientras sus mejillas se sonrojaban.

“Incluso si no te estás burlando de mí, no creo que este sea un tema del que un hombre y una mujer deberían hablar. Señor Connor, tal vez fui una mujer fácil en el pasado, pero ya no soy esa persona. No deseo continuar discutiendo este tema contigo, y espero que puedas comportarte”.

Después de eso, ella se dio la vuelta e intentó irse.

En ese momento, Zachary de repente levantó la voz y dijo: “Solo te haré una pregunta. ¿Estás segura de que estás dispuesta a vivir el resto de tu vida como una monja con un hombre que no puede levantar su cosa cuando el momento lo requiere?”.

El cuerpo de Sotiria tembló, pero levantó las cejas desafiantemente en el siguiente segundo.

“¡No es de tu incumbencia!”.

'Espera un segundo… ¿Cómo supo de la condición de Garrison? Este es un secreto entre Garrison y yo, así que, ¿cómo se enteró Zachary?'.

Aunque fue por culpa de Virginia que ella y Zachary habían hecho “eso”, Sotiria todavía sentía lástima por Garrison. Además, no quería que Garrison se pusiera paranoico, así que cambió de tema. “Como sea, ya se resolvió, ¡así que no vuelvas a preguntar!”.

Garrison sintió como si alguien le apretara el corazón.

“Tiria, acabas de mencionar a Zachary. ¿Él te sacó? ¿Puedes explicarme qué está pasando?”.

Justo cuando Sotiria estaba a punto de decir algo, la fría voz de Zachary estalló. “Llegas tarde, Garrison Larson. ¿Cómo puedes abandonarla cuando está en problemas? Me parece que no eres lo suficientemente competente para ser su esposo”.

El apuesto rostro de Garrison se contrajo de rabia. Él lo miró con odio como si sus ojos pudieran escupir fuego, quien salió de la comisaría en el Rolls-Royce de edición limitada internacional, mientras decía entre dientes apretados: “Zachary, ¿cómo te atreves a mostrar tu cara aquí? Acabo de ir al hospital para que me revisen el cuerpo, y tú eres quien hizo imposible que Tiria y yo seamos marido y mujer”.

Sotiria sintió como si algo pesado en su corazón se hubiera desmoronado después de caer desde una gran altura.