Amor Adictivo de CEO romance Capítulo 982

Garrison era conocido por su amabilidad y caballerosidad. Sin embargo, sus ojos estaban helados e inyectados en sangre ahora mismo.

“El doctor dijo que no puedo consumar mi matrimonio con Tiria debido a una sustancia química, y esta sustancia se usa normalmente en las cárceles para castrar químicamente a los violadores reincidentes. ¡Aunque no he descubierto cómo me envenené, sé que debe ser obra tuya, Zachary!”.

Por otro lado, los ojos de Zachary eran fríos, pero no dijo nada. No admitió, ni negó la acusación.

Sotiria miró a Zachary, incapaz de cerrar la boca.

¡Zachary!

¿Era él realmente el que había hecho imposible que Garrison y ella consumaran?

El cuerpo de Garrison tembló y sus ojos estaban muy abiertos por la ira. “¡Zachary, eres tan malvado! ¿Cómo te atreves a hacer algo tan desvergonzado para deternos a Tiria y a mí? ¿No tienes miedo de que difunda la noticia y te convierta en el hazmerreír de toda la ciudad?”.

“¿Oh?”.

Zachary sacó el brazo por la ventana. Su rostro estaba desprovisto de emoción, y su voz sonaba casual.

“Oh, vaya. Pensé que éramos amigos, pero parece que has olvidado mi forma de hacer las cosas. Como decidí hacerlo, no tengo miedo de que difundas la noticia o que otras personas se rían de mí”.

“Tú…”. Los ojos de Garrison estaban inyectados en sangre, parecían como si estuvieran a punto de escupir fuego.

Los dedos de Sotiria temblaban vigorosamente.

¡Zachary había confesado!

Garrison casi explota debido a su ira. No podía contenerse más. Levantó el brazo y trató de darle un puñetazo en la cara a Zachary.

Sin embargo, Zachary, que era tan ágil como un guepardo, interceptó fácilmente el golpe de Garrison y lo tiró a un lado.

Garrison fue tomado por sorpresa por Zachary, y cayó al lado del neumático. Su cuerpo gritó de dolor y no pudo levantarse por un momento. Solo podía mirar fríamente a Zachary como si pudiera matarlo con su mirada.

“Zachary, supuestamente eres la persona más noble de la ciudad. ¿Realmente has caído tan bajo que estás dispuesto a destruir matrimonios ajenos?”.

Algo cruzó los profundos ojos oscuros de Zachary y, al instante siguiente, dijo con voz decidida: “Sí”.

Él subió la ventanilla, pisó el acelerador y justo cuando estaba a punto de irse vio a Sotiria corriendo hacia Garrison. Pisó el freno y el lujoso Rolls-Royce una vez más se detuvo por completo.