Amor después del matrimonio romance Capítulo 468

"Sí, pero llevará un tiempo". Sam apoyó la barbilla en su mano.

Los ojos de Yvonne parpadearon. "¿Un tiempo?".

"Bueno, hay un paso final para la investigación del Dr. Peter. Pasarán algunos meses más antes de que pueda comercializarlo. Para ese momento, tu hijo casi nacerá”, dijo Sam mientras miraba su vientre.

Yvonne bajó la cabeza y también miró su vientre. Sus ojos estaban llenos de amor maternal y sonrió. "Van solo dos meses".

Sam le advirtió: “El tiempo vuela. Tanto la cirugía de trasplante de riñón como el injerto de piel solo se pueden realizar después de que nazca el niño. Así que debes cuidar bien tu cuerpo durante estos pocos meses".

La madre de Sam tomó la mano de Yvonne y estuvo de acuerdo con él.

Ante la preocupación de los dos, Yvonne no pudo negarse. Solo podía asentir repetidamente.

La madre de Sam se fue después de un tiempo. Como primera dama de la familia Smith, tenía muchos eventos diplomáticos a los que asistir todos los días.

Sam se fue poco después de su madre. Recibió una llamada telefónica.

Antes de irse, le dejó a Yvonne muchas cosas para matar el tiempo y no aburrirse sola en el hospital.

Pronto, pasó una semana e Yvonne casi se había adaptado a su vida en el hospital del extranjero.

Durante este período, las quemaduras en su cuerpo formaron una tras otra costra y finalmente se podían quitar los vendajes.

Pero Yvonne se negó a quitárselos a pesar de ello, por temor a cómo se vería. Así que solo se quitó el vendaje de una parte.

Cuando vio su cara debajo del vendaje, se derrumbó.

No podía creer que era la persona del espejo. Debido a esto, estuvo muy deprimida esa semana y solo se sintió mejor cuando llegó la familia Smith.

“Toma un poco de sopa. Mamá la hirvió especialmente”, le dijo Sam a Yvonne con un termo en la mano y ella se sentó en la cama con tristeza.

Yvonne movió los ojos para mirarlo. "¿Qué es esto? ¿No me digas que es sopa de pollo otra vez?".

Esa semana, la madre de Sam le había hervido sopa de pollo casi todos los días y estaba cansada.

Por supuesto, no tenía mal sabor. Al contrario, estaba muy buena, pero no importaba lo bien que supiera, no podía soportar beberla todos los días.

Sam captó el susto que atravesó los ojos de Yvonne.

Frunció los labios y sonrió levemente. "No te preocupes, esta vez no. Mamá sabe que estás cansada de la sopa de pollo, así que te preparó otra sopa. Es muy ligera".

"Ya veo. Genial", exhaló Yvonne suavemente y se palmeó el pecho.

Sam le dio un plato de sopa. "¡Bebe despacio, está bastante caliente!".

"Está bien, soplaré para enfriarla", dijo Yvonne y sonrió, luego tomó el plato con ambas manos.

Esta vez fue sopa de champiñones. La sopa blanca con leche tenía un poco de perejil flotando encima, lo que la hacía lucir apetitosa.

Yvonne removió la sopa con una cuchara, luego tomó la cuchara y la sorbió suavemente con la boca. El delicioso sabor llenó sus papilas gustativas y sus ojos se iluminaron.

"¡Delicioso!".

“Bebe más si sabe bien. Hay más ahí", Sam señaló el termo junto a la cama.

Yvonne tarareó y siguió bebiendo la sopa del plato.

De repente, alguien llamó a la puerta.

Yvonne dejó de beber y miró a Sam.

Sam cerró la revista en su mano y luego miró hacia la puerta. "Adelante".

¡Clic!

La puerta se abrió.

El Señor Marc entró con un documento y parecía bastante sofisticado. "Señor Smith".

"¿Qué pasa?". Sam lo miró.

Marc dijo: "Hemos investigado la relación entre el Señor Lancaster y Jacqueline en Canadá".