Amor después del matrimonio romance Capítulo 711

Mandy vino aquí por Henry, y si iba al departamento recursos humanos, ella ya no lo volvería a ver.

Así que, ella no debía ir a ese departamento.

Joe sabía desde un inicio que Mandy simplemente no escucharía, y entrecerró los ojos. "Si no aceptas, puedes renunciar. La empresa te pagará tres meses de salario de pasantía".

"¡No quiero!". Mandy se puso tan ansiosa que su voz sonó aguda. "No quiero irme, ¡iré con el presidente!".

"¿Qué?". Joe pensó que había escuchado mal. "¿Irás con el presidente?".

"Sí". Mandy asintió. "El presidente dijo que puedo ser su asistente".

Con tal de no irse del Grupo Lancaster, ella estaba dispuesta incluso a trabajar como asistente de Hayden.

Afortunadamente, las oficinas de los presidentes estaban a solo un piso de distancia. Hayden solía venir a buscar a Henry. Si lo seguía, podría ver a Henry.

"¿El presidente de verdad dijo eso?". Joe miró a Mandy, poco convencido.

Mandy asintió de nuevo. "Sí, puedes preguntarle si no me crees".

"Se lo preguntaré entonces".

Joe sacó su teléfono celular y llamó al asistente ejecutivo de Elliot.

Pronto, Joe recibió la respuesta.

Mandy no mintió, Elliot prometió dejar que Mandy trabajara para él como asistente.

Joe colgó el teléfono con una ligera expresión de tristeza y miró a Mandy con una sonrisa falsa. "Eres bastante capaz. Está bien, puedes bajar".

Mandy, comprendió lo que decían los ojos de Joe. Obviamente, él la estaba juzgando porque incluso se metió con el presidente.

Aunque pensaba eso en su interior, no se atrevió a decir nada al respecto. Ella bajó la mirada y respondió débilmente. Echó otro vistazo a la puerta de la oficina del presidente y caminó de mala gana hacia el ascensor.

Joe se burló mientras la vio marcharse.

Ella era solo otra mujer que intentaba aferrarse al presidente Lancaster.

En el pasado, incluso Jacqueline Conrad, que era una persona tan fuerte, terminó recibiendo la pena de muerte.

Joe quería ver cuánto tiempo podía aguantar Mandy.

Joe retractó su mirada mientras pensaba en ello. Sacudió la cabeza y se dirigió a su oficina.

En la oficina del presidente, Henry acercó a Yvonne al sofá para que se sentara. "¿Por qué viniste de repente?".

"Vine a verte", dijo Yvonne mientras se masajeaba las pantorrillas.

Aunque ella no usaba tacones altos, sus pantorrillas todavía se sentían un poco adoloridas después de estar parada afuera durante tanto tiempo.

Cuando Henry vio eso, le levantó la pantorrilla, la puso sobre su propia pierna y la masajeó suavemente. "¿Así está bien?"

Yvonne sonrió y asintió. "Sí. Mi esposo es increíble".

Henry se rio entre dientes, "Deberías avisarme cuando vengas".

Yvonne apoyó la cabeza en el respaldo del sofá. "¿No estabas en una reunión? Por eso no llamé".

"No lo vuelvas a hacer", dijo Henry en voz baja.

Yvonne tarareó: "Está bien, no lo volveré a hacer".

Henry bajó la pantorrilla. "¿Tienes hambre?".

"No". Yvonne sacudió la cabeza. "Bueno, si tienes trabajo que hacer, adelante. Te haré compañía y esperaré a que salgas del trabajo para irnos juntos".

"Está bien". Henry se puso de pie, la besó en la frente y caminó hacia el escritorio.

En ese momento, la puerta de la oficina se abrió y Joe entró. Saludó a Yvonne antes de caminar hacia Henry.

"Presidente Lancaster, Mandy Lovett ha sido acogida por el presidente", informó Joe.

Henry frunció el ceño. "¿Hayden la acogió?".

Yvonne bajó la cabeza mientras se entretenía con el teléfono, pero estaba escuchando atentamente.

"Sí". Joe asintió.

Henry frunció los delgados labios. "¿Por qué acogió a Mandy Lovett?".

"Para ser su asistente". Joe respondió: "Parece que el presidente ha estado interesado en Mandy Lovett, pero no solicitó transferirla".

Mandy no habló. Bajó la cabeza y entró al ascensor con Elliot.

"¿A dónde vas con ella?", dijo Henry de repente.

La puerta del ascensor se cerró y Elliot se estiró mientras respondía: "Hay una reunión social. Hay un buen proyecto de desarrollo, así que hice una cita con la persona a cargo para cenar esta noche. No volveré a casa".

Henry tarareó y preguntó: "¿Es de la construcción del nuevo centro comercial?".

"Así es". Elliot asintió.

En ese momento, Yvonne estaba intrigada. "Recuerdo que está en el norte de la ciudad. Si estás a cargo de este proyecto, hay que mejorar el cronograma de construcción. Después de que se complete la construcción, ¿quieres trabajar con nuestra empresa de electricidad? La energía alternativa puede reemplazar a la energía convencional".

Los ojos de Elliot se iluminaron al escuchar eso. "Bien, lo olvidé. Esto es genial. Si usamos energía alternativa, imagina cuánta electricidad podremos ahorrar. Esa será nuestra ganancia".

Henry sonrió y asintió. "Entonces puedes hacer tu mejor esfuerzo esta noche e intenta conseguir el proyecto de desarrollo".

"No te preocupes". Elliot se palmeó el pecho.

Mandy estaba en medio de la conversación y se sintió desorientada porque no entendía nada.

Ella no era tan buena como lo indicaba en su currículum. Todo era falso.

Por primera vez, ella sintió que no estaba a la par de ellos.

Mientras la conversación continuaba, el ascensor llegó al primer piso.

Elliot hizo un gesto con la mano y salió primero.

Después de eso, Henry protegió cuidadosamente a Yvonne y se dirigieron al coche.

Mandy fue la última en salir. Los vio a ambos tan juntitos y sintió envidia y celos en su corazón.

El presidente realmente amaba mucho a su esposa. Si fuera ella quien estuviera casada con él, la amaría mucho también.

Mientras Mandy pensaba en ello, quiso seguir a Henry de manera inconsciente.

Pero antes incluso de que diera un paso, Elliot la detuvo. "¿Por qué sigues ahí parada? Date prisa".

Mandy reaccionó y retrocedió. Respondió con tristeza que ya iba, se dio la vuelta y caminó hacia Elliot.