✧✧✧ Más tarde, esa noche. ✧✧✧
Emily Sinclair bajó del elegante automóvil negro de su tío, mientras el chófer abría la puerta.
El aire fresco de la noche acarició su piel, y el mayordomo, de porte impecable, la condujo hacia la sala de espera.
A su alrededor, el mármol brillaba bajo la luz tenue, las paredes luciendo hermosas obras de arte, que la dejaron boquiabierta, ante tales exquisitos trabajos.
De inmediato, Emily notó al mayordomo hablando en voz baja con un hombre rubio que, al percatarse de su presencia, se retiró rápidamente.
—Por favor, espere un momento —le dijo el mayordomo con un tono cortés pero firme.
Emily sintió un escalofrío recorrerla. Algo en el ambiente de esa mansión desconocida, no le gustaba.
…..…
Mientras tanto, el hombre rubio, tocó la puerta de un salón-bar, en la segunda planta.
Una gruesa voz masculina y fría resonó desde dentro, permitiéndole ingresar.
Clac~
Al abrir la puerta, ese hombre rubio se encontró con un espectáculo inquietante…
Su jefe, el CEO Franklin Robinson, un hombre de aura peligrosa, con su cabellera negra rizada y mirada gris penetrante, tomaba una copa de escocés mientras dos de sus amigos se reían, con whiskys en mano, rodeados de mujeres deslumbrantes.
Una de ellas estaba sentada en el regazo de ese imponente CEO, riendo coquetamente.
—Señor, ha llegado la señorita Emily Sinclair, diciendo que tiene una cita —informó Jack, el hombre rubio, nervioso—. Pero no hay nada en la agenda… ¿Olvidó decírmelo?
Con un gesto de desdén, Franklin exhaló.
—Hazla pasar —respondió ese CEO, mientras le daba una nalgada a la mujer en su regazo, quien se apartó con una sonrisa forzada, como si estuviera acostumbrada a esas humillaciones.
………
Solo unos minutos después…
Emily se detuvo frente a la puerta de ese salón-bar.
—Puede ingresar —le dijo Jack, abriéndole la puerta.
Ella se detuvo en seco al cruzar el umbral.
La visión que tenía frente a ella desató un torbellino de emociones.
Allí, sentado en ese lujoso sofá individual de cuero, estaba el imponente CEO, Franklin Robinson.
¡EMILY IMPACTADA, NO LO PODÍA CREER!
El hombre de su cita, el CEO que dominaba la sala con su presencia, era alguien que había conocido hace dos años atrás en circunstancias que jamás pudo olvidar.
………….
✧✧✧ Hace dos años atrás. ✧✧✧
La música y el murmullo de las conversaciones llenaban el aire en aquella fiesta de la élite.
Emily, con un vestido blanco que abrazaba sensualmente su esbelta figura, se sentía fuera de lugar, a pesar de ser la esposa de Gerald Phillips, un hombre que brillaba en esos círculos.
Fue entonces cuando lo conoció…
Franklin Robinson, el CEO más influyente en la ciudad en el área del turismo, cuya agencia era de fama internacional; ese imponente y atractivo hombre vestido con un traje oscuro hecho a la medida, poseía una presencia que parecía eclipsar a todos a su alrededor.
Gerald, contento, escoltó a su esposa Emily y la presentó a Franklin.
—Señor Robinson, disculpe la interrupción —saludó Gerald.
Franklin que estaban distraído con otro de los invitados, volvió a ver a Gerald y sonrió amistoso.
—Ha pasado un tiempo~ ¿quién es la dama que te acompaña? —le saludó Franklin con un cordial apretón de manos.
—Mi esposa, Emily de la familia Sinclair, debes saber bien de su negocio pues están en el ámbito hotelero —seguidamente Gerald volvió a ver a su esposa fingiendo un falso afecto—. Cariño. Este es uno de mis mejores amigos, el señor Robinson, lo conocí cuando viví en Miami, puedes decirle solo "Franklin", ¿no es así?
Franklin asintió, extendiendo su mano en un saludo, ella la tomó.
—Gerald es muy afortunado, señora Phillips, es usted una dama hermosa~ —ese CEO clavó su profunda mirada gris en Emily, causándole nerviosismo.
—Gra… Gracias… —susurró ella titubeante.
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Los comentarios de los lectores sobre la novela: Casada Con El CEO. Es Solo Un Contrato ¿O Algo Más?