Cinco Pequeños Herederos de la Mami Impresionante romance Capítulo 1

"¡Niñata! ¿Dónde se ha metido? ¿Cómo es que no podemos encontrarla? El Sr. Escandell ya está esperando en el hotel y si no la llevamos, estamos perdidos."

La que hablaba era Elsa Vázquez, su rostro estaba deformado por la ira.

Agustín Bilbao tenía el rostro sombrío, "Busquen de nuevo, ella ya bebió esa agua, no puede haber ido lejos."

Aprovechando la oportunidad de ir a comer juntos al gran hotel por el cumpleaños, la engañaron para que viniera, pero, al descuidarse por un momento, logró escapar.

"Padre, esto debe salir bien, si no..." Daniel Bilbao pensando en los métodos del Sr. Escandell y en la enorme deuda de doscientos mil dólares que tenía, sintió un escalofrío recorrer su cuerpo. "El Sr. Escandell me desollará vivo."

Elsa se endureció. "Rápido, busquen, no creo que pueda llegar hasta el cielo."

"Exacto, rápido. Vamos a buscarla." Daniel asintió de inmediato, si hoy no lograban llevar a la persona a la cama del Sr. Escandell, se perderían esos doscientos mil dólares, los tres se apresuraron a buscarla.

Desde un rincón, Paulina Bilbao salió con los ojos llenos de remordimiento.

Así que era esto, no era de extrañar que se sintiera mal; eran ellos, todos ellos...

Justo entonces, chocó con una persona.

"¿Cómo es que eres tú?" La Sra. Zabalza expresó con una pizca de desagrado en sus ojos. "¿Me seguiste hasta aquí?"

Paulina, considerando su estado físico y además escuchando los sonidos lejanos pero cercanos de la familia Bilbao, se sintió aún más urgida.

Mordió el labio y luego pidió ayuda. "Necesito hablar contigo, salgamos."

Ella instintivamente no mencionó el hecho de haber sido drogada.

Lo más importante ahora era usar esta persona para salir de allí.

La Sra. Zabalza, al escuchar esto y ver su rostro, además de esos ojos suplicantes, maldijo internamente pensando en el peligro que representaba esta joven.

Ella tenía ojos agudos, cómo no notaría que algo andaba mal, por supuesto, no la dejaría marcharse así como así.

Paulina se giró bruscamente y dijo: "Suéltame."

"Eso no es posible, tengo que entregarte a las manos de la familia Bilbao. De lo contrario... ¿cómo voy a explicar lo sucedido?"

Aunque no quería encontrarse en absoluto con ese matrimonio de la familia Bilbao.

Pero... echó un vistazo a la joven frente a ella, sus labios se curvaron en una sonrisa fría apenas perceptible.

Algunas personas en el lodo, simplemente debían permanecer allí, sin soñar con levantarse.

El corazón de Paulina se hundió cada vez más, estaba desesperada.