Conquistando al Hermano de Mi Exnovio romance Capítulo 116

En el celular, una foto apareció frente a sus ojos.

En la imagen, se veía la esbelta figura de Daniel de espaldas, y no muy lejos frente a él, el letrero de obstetricia y ginecología.

Inmediatamente después, Brisa envió un mensaje de texto:

[Ya sé que lo escuchaste todo ayer, así que te diré la verdad: hace poco, el tío Daniel me acompañó a la consulta, y el médico dijo que estoy embarazada de tres semanas.]

[Estoy esperando un hijo del tío Daniel. Será la cuarta generación de la familia Herrera, ¡y algún día, lo que es tuyo será mío!]

Angélica movió los dedos con expresión indiferente: [Felicidades, ¿quieres que lo haga público?]

Cinco segundos después, la foto y los dos mensajes fueron eliminados.

Angélica esbozó una sonrisa burlona. ¿De verdad Brisa creía que ella tenía tiempo para perder en tonterías?

Además, esperaba que el embarazo de Brisa facilitara la anulación de su matrimonio.

Ya tenía un plan en mente.

—Al ser el objetivo de la dirección, pareces bastante feliz.

De repente, la voz de Martín sonó sobre su cabeza.

Angélica levantó la vista. Él llevaba puesto un casco de seguridad y, sin saber cómo, ya estaba de pie frente a ella.

—La Empresa de Construcción Innovadora ya tiene un conjunto de datos de la encuesta. Tus datos realmente no importan —Su tono era frío, distante y ligeramente sarcástico.

Angélica alzó levemente la cabeza, su mirada era astuta: —Lo sé, por eso no planeé hacer más encuestas. Hoy simplemente me tomé un día libre.

Los datos de su primera encuesta no tenían errores. Sonia la estaba atacando intencionadamente y, aunque hoy tomara nuevas medidas y entregara otro conjunto de datos, aún así encontrarían problemas.

—No eres tonta —Martín giró y caminó hacia el viejo edificio.

El proyecto del hospital provincial estaba planeado en ese terreno. Una vez que el diseño fuera aprobado, ese edificio sería demolido y reconstruido.

Angélica lo siguió. —¿Se tomará en cuenta la opinión que di ese día?

—Eres audaz. ¿De verdad crees que la Empresa de Construcción Innovadora y la Oficina de Diseño Arquitectónico Ciudad Oceánica no tienen diseñadores?

Subieron juntos a la plataforma del tercer piso, desde donde se veía la mayor parte de la obra. Abajo, los trabajadores estaban ocupados en sus tareas.

El sol no era fuerte aquel día, y un viento ligero soplaba suavemente.

Angélica colocó detrás de su oreja los cabellos desordenados por el viento que escapaban bajo el casco.

—Su plan nunca ha sido aprobado. No soy tan engreída como para pensar que adoptarán mi idea, pero al menos podría proporcionar algo de inspiración.

—Es de algo de ayuda.

Martín no le dijo que su propuesta completa fue discutida esa misma noche y que ya estaba dando resultados en los planos.

Siempre que no surgieran problemas graves, era muy probable que la adoptaran.

Angélica sonrió con satisfacción: —Eso es bueno, al menos he hecho alguna contribución.

¿Eso era suficiente para ella? Si supiera que su diseño había sido aprobado, ¿lloraría de emoción el día que viera el hospital terminado?

Martín mantuvo una expresión neutra y no dijo nada más.

Angélica también guardó silencio. Dudó por un momento, pero finalmente habló: —Tengo algo que decirte.