Conquistando al Hermano de Mi Exnovio romance Capítulo 117

Las pocas palabras de Daniel al principio la hicieron volver a su estado original, pidiendo mantener la distancia.

Bien, él cooperó.

¿Qué, no podía soportar unas pocas palabras más?

Angélica se detuvo y no miró atrás.

—Tienes razón, entonces todo es mi problema, aparte del trabajo, Martín debería actuar como si no me conociera.

Después de decir esto, Angélica bajó las escaleras.

Martín, de espaldas a ella, escuchó sus pasos apresurados, sus ojos oscuros bajo la mirada.

Daniel, de pie al lado de la carretera, también levantó la cabeza, mirando en su dirección.

La distancia era demasiada, ninguno podía ver claramente la expresión del otro.

Pero parecía como si sus miradas se cruzaran en el aire, luchando por unos momentos.

Pronto, la figura de Angélica apareció en la vista.

Su abrigo se infló por el viento, su largo cabello negro voló detrás de ella.

Cuando casi llegó al auto, Daniel personalmente abrió la puerta del copiloto.

Después de que ambos entraron, el Maybach se alejó.

Hasta que el auto desapareció de la vista, Martín bajó las escaleras.

En el auto.

Daniel la miró rápidamente, una sonrisa en sus labios: —Vamos a comer primero, ¿qué te gustaría?

Angélica siguió mirando por la ventana, las flores en los parterres estaban hermosas.

—Brisa está embarazada de tres semanas, ¿no deberías estar con ella?

Su voz no tenía calor, ni emoción alguna.

La sonrisa en los labios de Daniel se tensó, como si de repente no supiera cómo responder.

Angélica retiró la mirada, giró la cabeza y tranquilamente dijo: —Está embarazada, deberías darle un estatus legal, después de todo es de la sangre de la familia Herrera, si te es incómodo hablar con el abuelo, puedo ayudarte a ocultarlo por un tiempo.

Brisa estaba embarazada, y era el hijo de Daniel.

Por la razón del bisnieto, el abuelo también le daría a Brisa un estatus apropiado.

Ella también acababa de conseguir su posición con éxito.

Pero no podía ser demasiado precipitado, Brisa todavía era la bisnieta adoptada por el abuelo, lo que ponía a Daniel en una posición incómoda.

La bisnieta adoptada por el abuelo convertida en esposa del nieto, la gente de la familia Herrera no lo aceptaría fácilmente.

Esa era también la razón por la cual no reveló este asunto de inmediato ayer.

Angélica se tensó, su corazón latió con fuerza por un momento.

—La medicina para tratar a tu madre está en manos del profesor Nicolás, pero sin mi consentimiento, él no puede dártela.

Angélica apretó gradualmente el cinturón de seguridad, sus delgados dedos se volvieron blancos.

Como si fuera a romper el cinturón de seguridad en el próximo segundo.

—¡Eres realmente despreciable!

Daniel sonrió: —Llámame despreciable o sinvergüenza, pero estás destinada a ser mi esposa. En tres semanas, deberíamos tener nuestra boda. No pienses más en escapar, es inútil.

Angélica respiró agitadamente, clavando su mirada en él.

No esperaba que cada uno de sus planes fuera fácilmente descubierto y bloqueado por él.

Era como si hubiera una red tejida sobre su cabeza, no importaba en qué dirección corriera, al final siempre sería despiadadamente atrapada.

Esa red siempre la seguía, indestructible, haciéndola sentir una profunda desesperación.

—Angélica —Daniel levantó la mano para tocar su mejilla, sus ojos volvieron a ser tiernos y apasionados—. ¿Qué tal si volvemos a la vida que teníamos antes? Nunca te ignoraré de nuevo.

Angélica se apartó con disgusto y se limpió la cara con la manga.

—¿Brisa lo sabe?