De Esposa Desechable a Cirujana Renacida romance Capítulo 255

Con el rostro pegado al pecho de Tobías, Belén escuchaba el murmullo de su voz y los latidos acelerados de su corazón.

Sus palabras eran tan apasionadas que incluso Belén, que había estado casada, sintió una punzada en el corazón.

Sin embargo, sabía que Tobías era un experto en el arte de la seducción; sabía exactamente qué decir para conquistar a una mujer.

Forcejeó un par de veces y, al ver que no podía liberarse, dijo:

—El botiquín está en el cajón del escritorio.

Al oírla, Tobías la soltó y le espetó, furioso:

—Belén, solo un perro se preocuparía por ti.

Dicho esto, se dio la vuelta y caminó hacia la ventana.

La cuerda que colgaba todavía estaba en el suelo. Con solo agarrarla, podría irse de allí en un instante.

Pero Tobías se detuvo. Pasaron varios segundos y no se movió.

Belén vio el reflejo de Tobías en el cristal de la ventana. Tenía los ojos cerrados, como si estuviera librando una batalla interna.

Unos segundos después, se giró bruscamente y se dirigió al escritorio.

Rápidamente, encontró el botiquín, levantó la vista hacia Belén, que seguía de pie junto a la puerta, y le ordenó:

—Ven.

Su tono era autoritario, no admitía réplica.

Belén dudó un momento, pero finalmente se acercó.

Se sentó en el sofá y le extendió el brazo a Tobías.

—Gracias.

Tobías no dijo nada. Le subió la manga y, de repente, ladró:

—Guau, guau…

Belén se quedó perpleja. Bajó la mirada hacia Tobías. Él estaba en cuclillas frente a ella, y aunque sus movimientos eran torpes, lo hacía con sumo cuidado, temiendo lastimarla.

Tobías era muy guapo y alto, pero su amabilidad inquietaba a Belén.

Su cercanía no era desinteresada.

Aunque lo sabía perfectamente, Belén no dijo nada.

Hay cosas que es mejor guardarse para uno mismo.

Después de curarle la herida, Tobías siguió sin decir una palabra. Dejó el celular de Belén sobre la mesa, agarró la cuerda y salió por la ventana.

En un instante, desapareció de su vista.

Mientras guardaba el botiquín, el celular de Belén volvió a sonar.

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