De Esposa Desechable a Cirujana Renacida romance Capítulo 260

Al contestar, Fabián dijo:

—No encontré el acta de matrimonio.

Belén se sentó de golpe en la cama.

—¿Cómo es posible?

—De verdad que no está —insistió Fabián.

Belén frunció el ceño.

—Entonces voy a buscar en la Vivienda Vista Clara.

Colgó el teléfono, se puso una chaqueta y se fue.

Llegó a la Vivienda Vista Clara, subió a la habitación y buscó por todas partes, pero tampoco la encontró.

Jimena, al oír el ruido, subió a ver qué pasaba. Al ver a Belén, le preguntó con preocupación:

—Señora, ¿qué busca?

Belén, algo desanimada, se apresuró a preguntarle:

—Jimena, ¿has visto el acta de matrimonio de Fabián y mía?

Jimena negó con la cabeza.

—Señora, eso es algo personal de usted y el señor. ¿Cómo me atrevería a tocarlo?

—Entendido —dijo Belén con un suspiro.

Después de pensarlo, decidió llamar a Fabián.

Parecía estar ocupado, su línea estaba en otra llamada.

Belén supo que debía estar ocupado con el tema de investigación de Frida.

No insistió, pero a los pocos minutos, Fabián le devolvió la llamada.

Al contestar, dijo:

—Fabián, ven a la Vivienda Vista Clara.

—De acuerdo, pero tardaré un poco —respondió Fabián después de pensarlo.

—Si no llegas antes de las diez, me voy —replicó Belén.

Dicho esto, colgó sin importarle si Fabián podría llegar o no.

El tiempo pasaba, y ya eran casi las diez.

Belén miró hacia afuera. «Seguramente Fabián no volverá esta noche», pensó.

Justo cuando se disponía a irse, sonó la bocina de un carro.

Un momento después, Fabián entró.

Al entrar, vio a Belén con la chaqueta en la mano, lista para irse. Se sorprendió un poco y luego preguntó:

—¿Encontraste el acta de matrimonio?

—No —negó Belén con la cabeza.

La mirada de Fabián se ensombreció. Miró a Belén y dijo:

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