De Esposa Desechable a Cirujana Renacida romance Capítulo 320

Y al hermano de ella, de Belén, Fabián ni siquiera había puesto un pie en la casa de la familia Soler en todas las fiestas importantes.

Y no solo no había ido a la casa, sino que no tenía ni un solo contacto de la familia Soler.

Tobías había estado de pie junto a Belén todo el tiempo. Al ver su sonrisa rota, sintió una mezcla de lástima e ira.

Todos se habían reunido, y Fabián se había olvidado de rechazar la petición de Tobías.

Belén, al verlos reír y charlar, no quiso quedarse más tiempo. Se dio la vuelta para entrar en la mansión.

Pero en ese momento, Guillermo la miró y le dijo:

—Señorita Belén, qué coincidencia. Nos volvemos a encontrar.

El rostro de Guillermo estaba sonriente, pero su sonrisa escondía un filo.

Belén se giró y lo miró directamente a los ojos con una expresión desafiante. Le preguntó con voz dura:

—¿De qué se ríe, señor Guillermo? ¿Acaso volver a vernos es motivo de celebración?

Guillermo le producía asco a Belén.

No solo había tenido intenciones perversas con Dolores, sino que, sabiendo que Belén era la esposa de Fabián, se atrevía a hablarle de esa manera tan descarada.

Belén no sabía cuáles eran sus verdaderas intenciones.

Pero la sola presencia de ese hombre le causaba un profundo rechazo.

Guillermo no esperaba que Belén le faltara el respeto de esa manera. La sonrisa se le congeló en el rostro y luego preguntó:

—¿Parece que la señorita Belén me tiene cierta hostilidad?

Belén no se anduvo con rodeos y respondió con franqueza:

—No es para tanto, pero desprecio a la gente como ustedes.

Dijo "ustedes", incluyendo a Frida en su desprecio.

Al oírla, Guillermo se enfadó.

—Tú…

En ese momento, Frida agarró el brazo de Guillermo y lo calmó en voz baja:

—Hermano, hoy es la fiesta de cumpleaños del señor Orlando, no causemos problemas.

Fabián estaba hablando con Edgar y Lucas, y parecía no haberse dado cuenta de lo que pasaba entre Guillermo y Frida.

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