Después de la Enfermedad, Renació el Amor romance Capítulo 74

Ximena se dio cuenta de que había hablado más de lo debido y, al mismo tiempo, sintió un alivio. —Está bien, ya lo sé.

Mientras no causen problemas a Elena o a ella, no le importa cuánto dinero gaste Diego en Carmen.

Eso es su libertad.

—¿Cada quien compra su propio regalo para Gisela? —preguntó Ximena, inquiriendo de más.

Diego la observó detenidamente. —No es necesario, ya tengo todo preparado.

—Está bien. —Ximena no indagó más.

Estaba lista para irse.

De repente, Diego recordó: —Te enviaré la foto.

Ximena dudó y se volvió: —¿Eh?

Diego ya había sacado su celular; doña Lorena le había enviado seis fotos. Él presionó prolongadamente para seleccionar varias, luego tocó para reenviar y buscó el Instagram de Ximena en su lista.

Justo cuando estaba a punto de enviarlas, una llamada de Carmen interrumpió en la pantalla.

La miró con indiferencia, no dudó en dejarla fuera y contestó la llamada.

No quería que Ximena escuchara ni interrumpiera su conversación.

Ximena: —...

Ella apretó los labios.

No se quedó; simplemente se dio la vuelta y se fue.

Incluso rechazó la invitación de doña Lorena a quedarse a comer, diciendo que tenía asuntos en la empresa.

Por otro lado.

Después de colgar, Diego tomó su abrigo y salió por la puerta.

Olvidó continuar enviando las fotos a Ximena.

...

Fin de semana.

A primera hora, Diego llamó a Ximena: —Envíame la dirección; iré a recogerte para ir a lo de Gisela.

Ximena miró su pequeño apartamento, no quería dejarlo entrar: —No es necesario, iré por mi cuenta.

—La abuela lo pide; debo ir contigo. —Diego habló en un tono ni rápido ni lento, sin mostrar emoción.

Ximena guardó silencio un momento. —Abajo de Zenith Innovations.

Él colgó el celular de manera concisa.

Ximena se preparó y se dirigió en metro.

Justo cuando Diego llegaba.

Hoy, Adrián conducía el Maybach que normalmente solo Diego conducía.

Todos los invitados eran personas de renombre.

Al bajar del carro,

Ximena fue al maletero a buscar los regalos preparados.

Encontró tres cajas de regalo exquisitamente embaladas.

Vaciló un momento.

Diego se acercó y le entregó dos de ellas.

Ximena retiró la vista de la caja restante que parecía especial.

Diego atendió una llamada, con una mano en el bolsillo, se giró hacia Ximena y dijo: —Sube tú primero.

Ximena no mostró ninguna expresión particular, asintió levemente y se dio la vuelta.

Ella entendía lo que Diego quería decir.

Hoy, probablemente habría muchas caras conocidas aquí, y si aparecía con ella, ciertamente expondría su relación matrimonial.

Además...

Si se difundiera que había estado casado con ella,

¿qué pasaría con Carmen, que recientemente estaba en el centro de atención como su novia?

Diego simplemente quería... evitar sospechas.