Devoción apasionada: la querida esposa del Maestro Fudd romance Capítulo 247

El agudo y penetrante sonido de la cerámica quebrándose rompió el silencio en medio de la noche en Ciudad de Océano.

"¡Si no pueden salvarlo y despertarlo, entonces lárguense!".

Una joven explotó en un ataque de rabia ante un grupo de médicos mientras una anciana ama de casa se acercó cortésmente.

"Señora, aunque este hombre ha estado en coma durante varios días, sus signos vitales siguen siendo normales. Debería estar bien".

La señora arrugó la cara y dijo, "Ya han pasado siete días, ¿acabará en estado vegetativo?".

La ama de llaves respondió: "Señora... no estará enamorada de él ahora, ¿verdad?".

"¿Mi padre no siguió tratando de unir a alguien conmigo todos los días? Las personas que arregló para mí no eran tan guapos como el hombre que se había ahogado. Si se despierta, quiero que sea mi prometido”.

"Señora... Esto no está bien. Además, la identidad de este hombre sigue siendo un misterio."

La señora se burló y dijo: "No me importa si su identidad es un misterio o no, ¡me gusta!"

De repente, una criada que estaba cuidando al hombre salió corriendo de la habitación. "¡Señora! ¡Está despierto!"

Yuna entró enseguida en la habitación con sus tacones altos.

Aunque el hombre que estaba acostado en la cama acababa de despertarse y su cara se veía pálida de forma inhumana, sus rasgos faciales eran muy detallados y se veía muy guapo.

"¿Estás despierto?".

Yuna se sentó en la silla junto a su cama. Apoyó su barbilla en ambos brazos mientras lo miraba fijamente.

Heaton estaba acostado en la cama e instintivamente extendió la mano para tocar su palpitante cabeza antes de ser detenido por Yuna. "¡Oye, no puedes tocarlo! ¡La lesión en tu cabeza es bastante grave!".

Heaton miró fijamente a la extraña delante de él con una mirada perdida. Preguntó, "¿Quién eres? ¿Dónde estoy?"

“¿Yo?”. Yuna se río mientras lo miraba. Habló con una mirada presumida en su cara, "¡Resulta que soy tu salvadora! Ahora estás en la casa de los Yames. ¿Conoces a la familia Yames? Nuestra familia tiene mucha reputación en toda Ciudad de Océano. ¡Es un honor para ti que te recojan y te traigan de vuelta aquí! ¡Si no fuera por mí, estarías muerto bajo el mar!"

La mente de Heaton estaba completamente en blanco cuando preguntó: "¿Cómo terminé en el mar?".

"Bueno... no estoy segura de eso. ¿Realmente no puedes recordar nada?"

Heaton sacudió la cabeza y dijo: "No, nada".

"No habrás ... perdido tus recuerdos ahora, ¿verdad? Tú... ¿todavía recuerdas tu nombre, ¿verdad?"

Yuna lo miró con una mirada curiosa mientras se preguntaba si este hombre se había roto algo en su cerebro después de caer al mar.

Sería una lástima que tuviera un problema mental con una cara tan bonita, ¿verdad? ¡Ella no tenía ningún sentimiento hacia los enfermos mentales!

El hombre puso sus delgados labios y dijo: "Xavier Fudd".

Los ojos de Luna se iluminaron cuando dijo: "¡Recordaste tu nombre! ¿Esto significa que no perdiste la memoria?".

Heaton respondió con un simple "Sí".

"Xavier, Xavier..." Luna murmuró repetidamente su nombre. Ella dijo: "Este nombre suena muy bien".

El ama de llaves llevó al doctor adentro y le dijo a Yuna, "Señora, ya que el Sr. Fudd acaba de despertar, por favor permita que el doctor lo revise".

"¡De acuerdo!".

Mientras el doctor lo revisaba, Yuna murmuraba a un lado: "Soy tu salvadora, sabes. Así que, ¿cómo planeas pagarme?".

"¿Qué es lo que quieres?".

La respuesta de Heaton fue extremadamente fría. Como Yuna siempre había sido mimada como una princesa desde niña, nunca había experimentado que nadie la tratara con frialdad porque todos la abrazaban y hacían lo que ella quería.

Sin embargo, cuanto más frío era el trato de Heaton, más respeto le tenía Yuna.

"Quiero que seas mi guardaespaldas".

En el instante en que el ama de llaves escuchó eso, se apresuró a detenerla. "No puede hacer eso, señora. Él... Su pasado es todavía un misterio... ¿Y si él...?".

"Tío George, estoy segura de que este hombre no tiene ningún motivo oculto. Cuando lo encontramos en la playa, ya había dejado de respirar. ¿Arriesgaría su vida sólo para acercarse a mí o a la familia Yames? ¿No estaría ya muerto si no lo salvara entonces?".

Yuna se mordió los labios, decidiendo inmediatamente encender el televisor. Estaba en el canal de economía.

"El funeral del famoso empresario, Heaton Fudd del grupo Fudd, se celebrará hoy. ¿Tendrá la dirección interna del Grupo Fudd una gran reorganización a causa de su muerte? Además, para el Grupo Fudd, una corporación familiar internacional, ¿la muerte de su presidente causará una gran reorganización del mercado de valores?".

Las pupilas oscuras del hombre se contrajeron al oír el nombre de Heaton Fudd.

A Yuna no le interesaba el canal de economía, así que rápidamente cambió el canal. Sin embargo, Heaton repentinamente le arrebató el control remoto de su mano y volvió a cambiar el canal.

Yuna arrugó la cara. "Oye, tú...".

Sin embargo, cuando el canal fue cambiado de nuevo, ya estaba en un corte comercial.

Yuna lo miró con desprecio y le arrebató el control remoto. Ella dijo, "Soy tu ama, ¿cómo pudiste cambiar mi canal?".

Heaton levantó las cejas y bajó la cabeza para mirar el anillo de platino alrededor de su dedo anular izquierdo mientras su mirada oscura se profundizaba.

Cuando el ama de llaves trajo la cena, Yuna tomó el tazón de congee , tomó una cucharada de congee , y la colocó contra sus labios rojos para soplar antes de llevarla a Heaton.

Sin embargo, Heaton no abrió la boca, su mirada parecía terriblemente fría.

Yuna se impacientó y dijo, "Come".

"Lo haré yo mismo".

Yuna no se movió mientras decía, "¿No estás feliz de que te esté alimentando? ¿Tienes idea de cuánta gente sueña con ser atendida? ¡Te digo que tienes que comer cuando te alimento! ¡O si no, ni siquiera pienses en comer!".

Aunque el hombre estaba disgustado, se vio obligado a obedecer mientras estaba bajo el techo de otra persona y finalmente cedió.

Mientras Yuna lo miraba comer congeee mordisco tras mordisco, se sintió muy complacida. Dijo, "Sí estoy feliz, podría hacerte mi prometido, así que tendrás que comportarte".

"No planeo ser tu prometido o tu guardaespaldas. Sólo estoy esperando para pagar tus facturas médicas. Después de que la deuda sea saldada, no tendrás derecho a restringir mi libertad".

"Hmph, ya lo veremos. ¡Me niego a creer que no haya alguien que no esté enamorado de mí!".