Divorciada: Su Revolución Científica romance Capítulo 1302

Lara consoló a su madre por teléfono como pudo y, tras colgar, respiró hondo y marcó el número de Santiago.

—¿Dónde nos vemos? —preguntó, conteniendo sus emociones. Había decidido buscar a Santiago para averiguar la verdad sobre su padre.

Santiago había trabajado un año en la empresa de su padre; seguramente sabía muchos de sus secretos.

Al otro lado de la línea, Santiago pareció sorprendido por su rapidez, pero enseguida le dio el nombre de un restaurante cerca de su casa.

—A las siete de la noche. No me falles.

Tras colgar, Lara se dejó caer de nuevo en la silla. La información de Santiago probablemente era cierta. No podía creer que su padre tuviera un hijo ilegítimo y que, por él, ahora estuviera dispuesto a abandonar a su familia.

¡Claro! En una familia tan machista como la suya, por mucho que se esforzara, nunca conseguiría que su padre la viera con otros ojos.

En ese momento, el celular de Lara volvió a sonar. Era su madre otra vez.

—Hola, mamá —contestó rápidamente.

—¡Ese desgraciado! Tu padre escondía mil millones de pesos en un banco extranjero —gritó Cintia, furiosa.

El corazón de Lara dio un vuelco. ¿Qué? ¿Mil millones? ¿En el extranjero? ¿Su padre había transferido en secreto tanto dinero?

—Mamá, ¿estás segura de que no te equivocas? —preguntó Lara, con la voz temblorosa por la conmoción.

—No hay error. En cuanto tu padre se fue, logré abrir su caja fuerte… ¡Estaba repartido en varias cuentas, un total de mil millones de pesos en certificados de depósito, guardados junto a su pasaporte! —La voz de Cintia sonaba desesperada y rota—. ¡Lara, él ya tenía planeado abandonarnos! ¡Iba a usar esos mil millones para empezar una nueva vida!

Un escalofrío recorrió a Lara desde los pies hasta la cabeza, dejándola helada. Su padre no solo tenía un hijo fuera del matrimonio, sino que también había estado transfiriendo en secreto una fortuna. Eso significaba que, incluso con el divorcio, ella y su madre probablemente no recibirían casi nada. Su padre ya tenía todo listo para desaparecer sin dejar rastro.